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DISCRIMINANDO AL CONAPRED

Marcos Pérez Esquer.- El miércoles pasado López Obrador desconcertó a medio mundo cuando declaró: “ahora que hubo una polémica por un comentarista de redes sociales que fue invitado para un debate me enteré de que existe, ¿cómo se llama?, Conapred. Es que un día voy a poner aquí cuántos organismos crearon para todo…”.

La revelación no nos permite salir de nuestro asombro. ¿De verdad a 17 años de su creación no se había enterado de la existencia del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación? ¿a más de 500 días de su gobierno? ¿olvida que la titular anterior, Alejandra Haas, estuvo el 17 de mayo de 2019 junto a él en una de sus conferencias hablando de homofobia? ¿que el 5 de diciembre pasado la actual titular, Mónica Maccise, estuvo en su conferencia para hablar de las trabajadoras del hogar? ¿olvida que él mismo la nombró como presidenta del Conapred?

La polémica a la que se refiere, tiene que ver con el hecho de que el Conapred organizó un foro sobre racismo y clasismo en México, al que invitó a Chumel Torres. Y resulta que Chumel ha sido muy crítico con el Presidente, siempre en el tono sarcástico que lo caracteriza, y que el Presidente no soporta, porque no soporta a nadie que disienta de él, y menos de manera irónica.

Furioso, mandó cancelar el foro, y espetó: “es como invitar a un torturador a un foro de derechos humanos”. 

Todo porque el Presidente y su esposa no olvidan que Chumel llamó “chocorrol” a su hijo menor. 

El youtuber ya pidió disculpas por ello, pero más allá de esto, lo cierto es que quienes hayan seguido a Chumel, saben que siempre ha pugnado –con su estilo- en contra del racismo, el clasismo y la discriminación, por lo que, invitarlo a un foro sobre estos temas hacía mucho sentido. 

Así, Chumel puso manos a la obra y organizó el foro por su propia cuenta.

Tan enojado está el Presidente, que ha planteado desaparecer el Conapred.

Por increíble que parezca, el hecho de que este Consejo se haya atrevido a invitar a un foro a un opositor, se está convirtiendo en el motivo de fondo para acabar con la institución. 

Otra vez, ¡al diablo las instituciones!

Con su característico humor, Chumel ha dicho: “Invítenme y desinvítenme a los hospitales y centros de salud para ver si así el presidente se da cuenta de que existen”. “Voy a ir al Tren Maya a ver si también lo cancelan”.

No faltará quién diga que en efecto existen tantas instituciones que resulta imposible que incluso el Presidente las conozca todas; cuestionable argumento, pero además, habría que considerar que el Conapred no es cualquier institución.

Olvida el Presidente –o desconoce-, que el Conapred fue un logro de uno de los más prestigiados hombres de la izquierda mexicana, a la que dice pertenecer; nos referimos a Gilberto Rincón Gallardo, quien habiéndole competido la presidencia a Vicente Fox, como candidato del extinto Partido Democracia Social (mejor conocido como el partido de la rosa), ya durante su gestión propuso a Fox una ley, la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, misma que se aprobó en 2003 dando vida al Conapred, del cual fue también su primer titular.

Desde entonces, el Conapred se ha significado por abanderar las mejores causas a favor de la igualdad, la inclusión social y la no discriminación. Propone políticas y medidas para contribuir a este fin, y atiende quejas por actos de discriminación cometidos por autoridades o particulares. 

Así, de acuerdo con la ley, el Conapred protege a las personas de cualquier distinción o exclusión basada en el origen étnico o nacional, sexo, edad, discapacidad, condición social o económica, condición de salud, embarazo, lengua, religión, opinión, preferencia sexual, estado civil o cualquiera otra que impida o anule el reconocimiento o ejercicio de los derechos y la igualdad real de oportunidades.

Que el Presidente desconozca todo esto es increíble, pero además es de suyo discriminatorio, es discriminatorio porque invisibiliza el trabajo de las mujeres que lo han encabezado, de los hombres con discapacidad que también lo han hecho, y de muchas y muchos más que han puesto sus mejores esfuerzos por combatir la discriminación. 

Invisibilizar la discriminación, también es discriminante. 

Que el Presidente quiera acabar con esta institución por una rabieta autoritaria, por capricho, es también una forma de violencia política, y por lo tanto de discriminación. 

El colmo de los colmos, el Presidente discrimina al Conapred.