Ciudad de México, 2 de mayo de 2021.- Al término de las sesiones ordinarias de la LXIV Legislatura el Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional presenta su balance en el que ratifica el empeño por ser auténtico contrapeso al Ejecutivo Federal y su partido mayoritario, siempre en favor de los intereses y necesidades de los mexicanos y especialmente de la economía familiar.

En lo cuantitativo presentamos 70 iniciativas de ley y 108 Puntos de Acuerdo mientras en lo cualitativo buscamos en todo momento promover la recuperación del país tras la pandemia que azota a todo el mundo y evitar que sean las consignas, el manejo ideológico o los caprichos y ocurrencias los que inspiren nuevas leyes, reglamentos o programas gubernamentales.

Esto es lo que resume la vida legislativa, no solo del Periodo Ordinario de Sesiones en la Cámara de Diputados que recién concluyó, sino la constante desde el 1 de septiembre de 2018, hasta el 30 de abril de 2021 de vida de la LXIV Legislatura, dijo el líder del GPPAN, Juan Carlos Romero Hicks.

En Acción Nacional creemos que es la política, la negociación y el acuerdo lo que permitirá el avance más allá del esquema de aplanadora legislativa en la presentación de iniciativas que no aceptan modificar siquiera una coma a sus postulados.

Romero Hicks subrayó que la población hoy no quiere descalificaciones, sino resultados y “no podemos vernos como enemigos y tampoco como adversarios, sino como personas con empatía. Cuando uno entiende a la otra persona, no puede haber odio; hoy lo que necesitamos es la visión esperanzadora del amor, de la libertad, del bien ser, del bienestar, del bien común y entender que el gran reto sigue siendo que la utopía se convierta en realidad”.

El dirigente parlamentario destacó que una batalla cotidiana de las y los diputados de Acción Nacional en estos tres años fue la amenaza de un país dividido, polarizado, con el imperio de las ocurrencias, la mentira y la violación del Estado de Derecho, principales signos que ahuyentan las inversiones productivas.

Resumió que el periodo vivido ha entrañado una singularidad no vista. La aparición de la pandemia del COVID-19 en el mundo lo transformó todo: costumbres, rutinas, convivencia, actividad económica, educación, la existencia del planeta, en una palabra.

Y la actividad legislativa no pudo ser la excepción. La operación del Congreso de la Unión sufrió profundos cambios para poder funcionar de manera presencial pero también de forma virtual, incluyendo la forma de votación.

Más a la contingencia sanitaria, la LXIV Legislatura se sumó el inicio de un nuevo gobierno que ha pretendido imponer una transformación ideológica radical, sin importar las nefastas consecuencias que entraña.

Enseguida consideró que, en la medición cualitativa de la legislatura, uno de los logros fue la puesta en marcha del Parlamento Abierto, que permitió a los representantes de la sociedad dar su punto de vista sobre las leyes que quieren cambiarse y aportar soluciones a la problemática del país.

Cualitativa también fue la defensa de las estancias infantiles, de los fideicomisos del deporte, el cine, la ciencia y la tecnología, el turismo. La batalla por la sobrevivencia del FONDEN y los recursos para los lamentables desastres naturales.

Contundentes fueron las denuncias, críticas y reclamos en torno a la torpeza y pésimo manejo del combate a la pandemia y la vacunación. El costo de la incompetencia y la frivolidad ha sido enorme y lamentable.

También resaltamos el combate a la agresión a las mujeres, el castigo a la violencia infantil, la defensa laboral de los menores de 18 años, los trámites en embajadas y consulados para nuestros connacionales en el vecino del norte.

Desde la presidencia de siete comisiones el GPPAN pudo también impulsar innovación en las comunicaciones y transportes, la justicia, la radio y la televisión, el manejo de la Hacienda pública, el desarrollo municipal y la economía social.

También importante la creación del G4, la alianza de los diputados de la oposición (PAN; PRI, PRD y MC) para actuar en conjunto y hacer valer su peso frente a una mayoría que no ha querido escuchar y abrir la negociación.

Y si tuvimos gestiones a favor de las necesidades de los mexicanos debe destacarse igualmente la oposición al austericidio, que recortó indiscriminadamente el presupuesto para actividades básicas como los medicamentos, la salud en general, la educación y la atención de contingencias y desastres naturales.

Resistencia también a los superdelegados, la revocación de mandato, la contrareforma educativa, el escandaloso instituto para devolver al pueblo lo robado, el INSABI y las leyes energéticas, entre otros.

“He aprendido muchísimo de todo lo que ha pasado en estos tres últimos años. Desde huir de la geometría política rebasada, las izquierdas y las derechas, esos mecanismos ya no están para el día de hoy. Aprender del pasado, soñar el futuro y sobre todo ver la manera de ir al encuentro con los demás”, finalizó