Desde el 14 de noviembre de 2019, el Senado de la República aprobó la desaparición del Seguro Popular y la creación del Instituto de Salud para el Bienestar.

El resultado de la votación fue de 67 votos a favor, 22 en contra y 14 abstenciones. Los cuales se distribuyeron de la siguiente manera, por cada Grupo Parlamentario.

Con ello, esta reforma dejó de lado los servicios integrales en materia de salud, como son las patologías complejas que requieren procedimientos especializados y de alta tecnología, es decir, los servicios dirigidos a la reparación de daños a la salud, de baja frecuencia y alta complejidad que involucran por sí mismos una combinación de procedimientos clínicos o quirúrgicos, con tecnología de última generación, alto costo y elevada calidad.

Además, con la desaparición del Seguro Popular, también eliminaron el Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, y para sustituirlo crearon el Fondo de Salud para Bienestar, sin embargo, éste sigue sin tener claro un catálogo de las enfermedades que atiende, lo que representa un retroceso en el derecho de progresividad de acceso a la salud.

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