Por Mariano Uziel Vacio Covarrubias

En el México de hoy, los jóvenes representamos alrededor de una cuarta parte de la población, 29.9 millones, según estadísticas del INEGI realizada en 2014.

La juventud de hoy, en su mayoría, es rebelde, no se conforma y está en busca de sobresalir, y lo está haciendo en muchas formas, desde movimientos sociales, la creación de los memes tan bastos en las redes social, acciones sociales entre otras más, lo cual me alegra mucho, pues eso habla que la sociedad se está levantando y esta exigiendo lo que por derecho debemos de ser, también ser escuchados y que las decisiones se tomen por lo que necesitan.

México ya comenzó a tener un gran cambio en la forma de ser gobernado, pues una de las principales demandas es la transparencia que se le puede dar a cualquier administración gracias a las fuentes de información que tenemos, y estas ideas están siendo llevadas por jóvenes, que han demostrado que la juventud es más que fiesta.

Me siento muy contento que los jóvenes estén arrebatando el poder y más que lo aseguren para futuras generaciones, como por ejemplo en Zacatecas el año pasado se agregó a la Ley electoral del Estado una obligación a los partidos políticos de que el 20% de sus candidatos sean jóvenes de entre 18 a 29 años, esto ya se puso en práctica en más elecciones que se llevaron en el Estado este año.

Es tiempo que los jóvenes seamos escuchados, atendidos y sobre todos que nos tomen enserio, porque sabemos hacer las cosas y tenemos ideas frescas e innovadoras, por lo que deberíamos plantear un reto, lograr esto en cada uno de los Estados de la Republica y dejarlo solo en puestos de elección popular, también buscar espacios en las administraciones, sin importar ideologías políticas, puestos donde se demuestre la capacidad que los jóvenes tenemos y las ganas de cambiar el rumbo.

Es necesario un relevo generacional, ver nuevas caras en cada comicios que se celebren y así crear confianza de la sociedad a los políticos y que estos busquen abrir las puertas a los jóvenes ya sea legislando o trabajando en la búsqueda de más espacios, porque ya no somos el futuro, somos el presente y queremos un cambio.

Busquemos el cambio y generemos la iniciativa desde nosotros, en nuestras familias, nuestro entorno y la sociedad, pues si queremos nuevos políticos tenemos que prepararnos, capacitarnos y conocer las necesidades de la gente que vive a nuestro alrededor para no buscar a una cara vieja, si no que seamos nosotros quien pueda darle voz a los ciudadanos.

Sigamos siendo rebeldes, pero busquemos las formas de hacerlo y una buena razón, arrebatemos con argumentos bien formulados y sigamos gritando en busca de justicia, defendamos nuestra ideología porque es parte de nuestra identidad y hagámoslo con fuerza pero siempre recordando que donde termina mi respeto empieza el de alguien más.