La reforma constitucional de 2008 que creó el Sistema Penal Acusatorio y que entró en vigor a nivel nacional en junio de este año, permite construir procesos penales más certeros, en condiciones de igualdad y con pleno respeto a los derechos humanos, aseguró la senadora Pilar Ortega Martínez.

Durante la presentación del libro “2016: El inicio de la nueva justicia penal en México”, cuya coordinación estuvo a cargo de la propia senadora Ortega Martínez y del Doctor Rafael Estrada Michel, la legisladora agregó que el sistema inquisitivo que regía hasta antes de junio de 2016 “se había demostrado ineficiente en casi todos sus aspectos, especialmente en su incapacidad de reducir la impunidad”.
El modelo mixto, añadió, “privilegiaba la escritura y concedía mayor relevancia al trámite que a la obtención de resultados; confundía las funciones de los operadores; restringía el debate; y retardaba de manera innecesaria la salida o solución al conflicto penal; y relegaba a la víctima”.

De acuerdo con la senadora por Guanajuato, el modelo anterior generaba altos costos para el Estado, para el procesado y para las personas que intervienen en el proceso penal, por lo que era necesario restablecer el equilibrio entre la acusación y la defensa penal.
La reforma de 2008 estableció la separación clara de las funciones de todos los participantes en el proceso; una división de funciones, que permite construir procesos más certeros en condiciones de igualdad y con pleno respeto a los derechos humanos, así como el replanteamiento de la prisión como último recurso para la solución del conflicto.

“La entrada en vigor a nivel nacional de estas reformas es un hito histórico en el desarrollo del proceso penal de nuestro país”, afirmó.

Ortega Martínez recordó que, con la entrada en vigor a nivel nacional de dichas reformas el pasado 18 de julio, comenzó una nueva etapa en la que se pondrá a prueba la eficacia del Sistema Penal Acusatorio.

Se pondrá a prueba, agregó, la búsqueda de condiciones que hagan posible el pleno acceso a la justicia; un sistema de justicia que esclarezca los hechos delictivos; otorgue mayor protección al inocente; repare el daño a las víctimas, y, por supuesto, que el culpable no quede impune, tal como previene la Constitución.

El senador Roberto Gil Zuarth afirmó que el Sistema Penal Acusatorio “es el mejor modelo de justicia penal para una sociedad abierta y democrática, para una sociedad que aspira a la justicia y con base en la ley y en el respeto de los derechos”.

Gil Zuarth reconoció que el nuevo sistema de justicia puede mejorar su funcionamiento y que, por ahora, los operadores del sistema deben trabajar intensamente por su plena implementación.

“El fortalecimiento pasa por la autonomía de la Fiscalía General de la República, porque es el componente esencial operativo para hacer, junto con el modelo policial y la competencia en materia de investigación, la profesionalización en la investigación, le van a dar integralidad y plena eficacia”, subrayó.

Sin una Fiscalía profesional que sostenga y pruebe una acusación, que construya y conduzca correctamente una investigación; y sin policías de investigación profesionales, competentes, que sepan de técnicas, el modelo no va a funcionar, aseguró.

El senador José de Jesús Santana García afirmó que el libro “2016: El inicio de la nueva justicia penal en México” es una obra fundamental para los estudiosos de derecho y también para la sociedad.

Aseguró que el derecho penal “debe adaptarse a las nuevas formas de la delincuencia, pero también debe transformarse para mejorar; la sociedad debe sentir que el derecho penal vive y se transforma, sólo así se ganará la batalla contra el flagelo delictivo que carcome a la sociedad”.

En este sentido, dijo que el nuevo Sistema Penal Acusatorio representa un parteaguas en el sistema de seguridad y justicia del país porque esa reforma se hizo con un profundo sentido de beneficiar a la sociedad, aunque, como toda norma, también es perfectible.

En la presentación de la obra también participaron la senadora del PRD, Angélica de la Peña Gómez; el co-coordinador del libro, Doctor Rafael Estrada Michel; el Rector de la Universidad de Guanajuato, Doctor Luis Felipe Guerrero Agripino; y el Doctor Rodrigo Ozuna Solsona.