Por Rocío Ortiz Rico.- Constantemente estamos expuestos a mensajes a través de los distintos medios de comunicación y redes sociales, lo que nos hace ser blanco de información falsa o sacada de contexto para manipularnos.

Creer algo que no es verdad ha traído consecuencias graves, ha provocado caos y hasta ha costado vidas. Tal fue el caso de las alternativas mágicas que en plena pandemia surgieron para curar el COVID, o las noticias falsas que han proliferado con la guerra en Ucrania, una que causo grandes problemas a Finlandia fue un video que rápidamente se difundió en internet tras el discurso de Putin, mostrando la supuesta salida masiva de rusos hacia Finlandia que hacían una larga fila de vehículos parados en la frontera sureste. Este video llegó a tener más de 2,5 millones de visitas en Twitter y no era real, lo que obligó al gobierno finlandés a establecer un canal oficial de comunicación con sus ciudadanos.

Eventos como estos pueden causar problemas dramáticos, pueden determinar elecciones, llevar a tragedias y otros hechos lamentables como tomar malas decisiones o el propio suicidio.

Es por eso que países como Islandia han creado un programa para que la población esté preparada para enfrentar a los medios de comunicación, redes sociales y publicidad, el medio digita This is Finlandia, publicó la explicación que de la alfabetización para los medios vienen realizando en voz de Leo Pekkala, subdirector del Instituto Nacional Audiovisual de Finlandia, un organismo gubernamental que depende del Ministerio de Educación y Cultura: “Yo definiría la alfabetización mediática como el conjunto de aptitudes necesarias para analizar los medios de comunicación, comunicarse con ellos, colaborar en ellos y crearlos”.

En México se desarrolló desde la Secretaría Educación Pública hace aproximadamente 25 años, un programa llamado: “Didáctica de los medios de Comunicación” que consistía en enseñar a los estudiantes y profesores cómo se producen los mensajes en los medios de comunicación masivos.

También la asociación En los Medios a Favor de lo Mejor, contaba con un curso para niños y adultos llamado “Recepción crítica”, que consistía en concientizar a las personas en su responsabilidad como receptores.

Todos los mensajes tienen una intención y tenemos que ser cuidadosos al escuchar, las noticias falsas que han existido siempre, ahí tenemos la calumnia o el chisme que es información emitidas para obtener una ventaja o causar un daño de manera intencional.

Recordemos al chupacabras, la visita de ovnis o el caso de la niña perdida en un sismo que nunca existió, historias que se crearon con la intención de distraer la atención de un hecho político o económico que se estaba dando en ese momento y evitar la presión de la opinión pública.

En algún momento hemos sido víctimas de información falsa que nos ha hecho precipitarnos por no haber analizar adecuadamente o hacer una reflexión.

Los mensajes se difunden cada vez con más rapidez a través de los medios de comunicación y redes sociales, y mientras ellos siguen recurriendo a tecnologías de inteligencia artificial y otras modernidades, nosotros no hacemos nada por estar preparados para ser receptores responsables y nos quedamos a merced de un emisor al que no conocernos y mucho menos sus intenciones.