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Construyendo una Ciudad con Vida / David Agustín Belgodére

“Si bien la delincuencia, la contaminación y la pobreza repercuten negativamente en cientos de millones de habitantes de las ciudades, las zonas urbanas también son centros de energía, innovación y dinamismo económico”.

Ban Ki-moon

Hace unos días conmemoramos el Día de las Ciudades, una fecha para reflexionar sobre el nuevo hábitat del hombre, un lugar que aglutina nuestros sueños y deseos, pero que también concentra nuestros males. Un día para meditar sobre la sustentabilidad y sostenibilidad de estos entornos, con el fin de proveer a las generaciones futuras de espacios sanos para la coexistencia humana y limpios para la supervivencia de la vida, de menos como la conocemos. Un día ideal para pensar en el rescate de espacios, en los cambios de vocación de diversas zonas, en el reciclamiento urbano y en la planeación, así como en mitigar los daños al medio ambiente y el caos que hemos generado.

Así, en este entorno, la reflexión llegó a Naucalpan, una ciudad que por décadas vivió bajó estándares de ciudad media y padeció un abandono atroz, que la tuvo condenada a sufrir los males de las ciudades y no sus bondades. Una ciudad donde la innovación, el dinamismo y la armonía entre el paisaje y el ciudadano habían sido olvidados.

En esta lógica es que el alcalde Edgar Olvera visualizó una ciudad con todas sus bondades y oportunidades, una ciudad con vida que fuera detonante de crecimiento y en la que los males de la urbe fuesen desapareciendo. Por ende inició su administración impulsando un plan ambicioso de embellecimiento urbano en las principales avenidas de la ciudad, la Av. López Mateos, la Av. Luis Donaldo Colosio, la Av. Gustavo Baz y la Av. Lomas Verdes, dotándonos a los naucalpenses de espacios dignos y de los cuales enorgullecernos. A la par se rescataron espacios emblemáticos, pero olvidados, como el Paseo de Las Marinas y más recientemente el Parque Hundido de Echegaray y a la vista de todos están los clareos y podas estéticas y de saneamiento que se han hecho a lo largo y ancho del municipio, con el fin de que los árboles cumplan su función ambiental, pero también estético-urbanística, como elementos arquitectónicos de la ciudad.

Estas acciones están dejando un sello propio para la administración actual, definiéndose por sus paisajes y nueva fisonomía y es en esta lógica que el Proyecto de Recuperación Urbana en Naucalpan Centro, que lidera el Ing. Arq. Zárate Arenas, será punta de lanza y emblema de la nueva configuración de nuestro municipio. Estoy seguro que este proyecto logrará “devolver la ciudad al ciudadano”, como bien lo ha señalado Oscar Zárate en diversas entrevistas y foros.

Este proyecto buscará crear una red de viarios básicos, dándole a cada quien su espacio y tendrá como fin recomponer el tejido urbano, partiendo de El Obelisco, como punto cero de la ciudad, y contemplando un reordenamiento total, un cambio radical de la imagen urbana, la existencia de un espacio cívico para que todos (sociedad y gobierno) podamos confluir y así lograr que este espacio, por décadas abandonado, esté al servicio de la comunidad.

Este proyecto volverá confortable el espacio, privilegiará al peatón, reordenará el transporte público de pasajeros, le dará una nueva visión comercial a la zona, garantizará la movilidad, la conectividad y la accesibilidad de los visitantes y reducirá el impacto medioambiental que la congestión vehicular genera y constará con un edificio de al menos 12 niveles, estacionamiento subterráneo, paso deprimido, plaza cívica, bazar comercial y centro de transferencia de transporte. En el mismo, el Mercado de la Cabecera será el eje y no será demolido, sino mejorado y reciclados sus espacios, con el fin respetar la construcción original y hacerla más útil y práctica.

Este proyecto sin duda será punta de lanza y detonante de mejoras para otras zonas de la ciudad, que como Naucalpan Centro, necesitan cambiar su vocación y visualizarse de otro modo. Éstas son acciones que verticalizan, dan forma y consolidan una ciudad con vida.

David Agustín Belgodère

Subdirector de Participación Ciudadana y Educación Ambiental