Por Alejandro Díaz .- México y Cuba han tenido una historia compartida por centurias. De La Habana salió Cortés para emprender su incursión a Tenochtitlán y esa ciudad hospedó numerosos exiliados políticos mexicanos en el siglo XIX. A la inversa, de puertos mexicanos salió José Martí, después de su exilio en nuestro país, a la lucha por la independencia de Cuba. También Fidel Castro salió de México en el “Granma” a encabezar la rebelión para derrocar a Batista. Con intercambios intelectuales y políticos Cuba es nuestra cuarta frontera, si bien nos separa un amplio brazo de mar.

A pesar de tener regímenes políticos distintos, México y Cuba han mantenido siempre sus relaciones diplomáticas, a diferencia de los países del resto del continente. Con relaciones cordiales a pesar de algunos desencuentros, existe un pacto mutuo no escrito de no promover ideologías distintas a la de cada gobierno.

Ahora resulta que a mitad de la crisis del Coronavirus, la Jefa de Gobierno de la CDMX invita a un grupo de más de 580 trabajadores de la Salud cubanos para apoyar los hospitales de esa ciudad. Por supuesto no los invitó gratuitamente, sino pagándoles buenos sueldos, comida y hotel. Con un presupuesto de 6.2 millones de 

dólares, estos “trabajadores” no hacen labor alguna para atender a quienes padecen el virus y tienen turnos acotados. No son como los médicos y enfermeros mexicanos que trabajan lo que requieren los pacientes aunque extiendan su jornada.

Lo cubanos que apoyan en los hospitales de la ciudad no portan gafetes con su nombre, no se sabe que tanto conocen, que credenciales poseen o sí tienen suficiente capacitación. Son una ofensa a los médicos mexicanos que no reciben ni la mitad del salario de los cubanos. Aquellos trabajan mucho menos que los mexicanos y se niegan a cooperar cuando se les requiere. El traerlos fue una traición a los 30,000 médicos desempleados y un insulto a los que aún no reciben el pago del bono de riesgo.

El gremio médico está sumamente resentido con las autoridades del Sector Salud. Más de una docena de asociaciones y colegios médicos han enviado cartas de protesta, incluso han publicado cartas abiertas en demanda de atención sin obtener respuesta de la autoridad. Amparándose en la atención a la pandemia, tampoco han atendido la demanda de los padres de niños con cáncer sobre la falta de medicamentos. Pareciera que no hay responsables en el Sector Salud.

¿Puede realmente ayudarnos Cuba? Este país tiene una economía muy precaria. A pesar de tener una buena educación básica para todos, los empleos son pocos y mal pagados.  Excepto en el renglón alimentario carecen de pequeñas y medianas empresas que son los grandes generadores de empleo. El 90% de la población vive al día.

La presencia de trabajadores de la salud cubanos en México no aportará ninguna mejora hospitalaria o en atención médica. Ojalá y tuvieran los conocimientos para asesorar a las Secretarias de Salud federal y de la CDMX para evitar los continuos faltantes de medicamentos importantes. La idea romántica de Claudia Sheinbaum sobre la revolución cubana influyó más que la búsqueda de quienes puedan  ayudar a resolver la crisis sanitaria en México. Falta ver si no trajo agentes infiltrados o si por el contrario estará facilitando la emigración definitiva de médicos cubanos… hacia Estados Unidos.

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