Por Sergio Rodríguez Colín. (Revista La Nación)

La historia de la Familia Rosas ha estado estrechamente ligada al Partido Acción Nacional y la revista La Nación. Originaria del municipio de Villa Nicolás Romero, Estado de México, el primer integrante de la familia en acercarse al PAN fue don Román Rosas, padre de don Trinidad Rosas y abuelo de nuestra entrevistada María Guadalupe Rosas Hernández, quien nos cuenta cómo ha sido el papel de cada uno de ellos en nuestro instituto político.

Como militante, señala en amena charla, mi abuelo Román coleccionaba ejemplares de La Nación, los cuales guardaba en carpetas de plástico con el fin de que no se maltrataran. La lectura que él hacía de la revista fue un ejemplo para mi padre, quien más tarde nos inculcó a mí y a mis hermanos el gusto por leer esta histórica revista.

Al estar alejados del otrora Distrito Federal, Guadalupe Rosas recuerda que su abuelo y padre le decían que La Nación era el vínculo para informarse de las actividades del Partido y de quiénes eran los candidatos en el estado para los diferentes cargos de elección popular. “Era como tenerlos presentes a través de la revista”.

Rosas Hernández señala con tristeza que lamentablemente la colección de su abuelo se quemó hace tiempo, pues estaba resguardada en una bodega que colapsó por la fuerza de las llamas, cuando alguien incendió el terreno donde se ubicaba.

“Nos duele mucho porque es una parte que no se va a recuperar, ya que prácticamente se perdió todo y sobre todo porque hay muchos números que dudo mucho que existan. Pero bueno, esperamos algún día lograr conjuntar toda esa historia de la revista La Nación, aquí en el municipio de Nicolás Romero”.

Trinidad Rosas, candidato a presidente municipal

Para la Familia Rosas, el órgano informativo oficial del PAN tiene una significación muy especial, ya que en sus páginas se ve reflejada la lucha incansable que cientos de mexiquenses, como Román y Trinidad, realizaron para abrirle un espacio al Partido en esta zona del territorio nacional.

Guadalupe Rosas comparte con nuestros lectores que su señor padre, Trinidad Rosas, fue uno de los fundadores del PAN en Villa Nicolás Romero. Para promocionar al Partido e invitar a los habitantes de este ayuntamiento a acercarse a esta opción política, nos menciona que La Nación fue parte fundamental en la relación con liderazgos del municipio.

“Mi papá entregaba La Nación a líderes de opinión, como sacerdotes y profesores, en esta zona de Nicolás Romero. Les hacía entrega cada quincena de su revista en la parroquia o escuela que tuvieran a su cargo, con la finalidad de darles a conocer al Partido, pero también para que se formaran una opinión respecto al PAN”.

Recuerda visiblemente emocionada que en el número 1214 del mes de octubre de 1966, en un artículo titulado “Para que los ayuntamientos vuelvan al pueblo”, se presentó la primera planilla que encabezaba Trinidad Rosas como candidato a la presidencia municipal de Villa Nicolás Romero.

En el texto se pueden observar la foto del grupo completo de los candidatos propietarios y suplentes a alcalde, síndico, a primer, segundo y tercer regidor, así como a juez menor municipal. Aparece también la fotografía de J. Trinidad Rosas con el pie de foto: “…juntos venceremos…”

Nuestra entrevistada asegura que para su padre la revista siempre fue un referente de opinión, pues quienes en ese momento escribían eran personas muy importantes y con basto conocimiento de los temas que abordaban, por lo cual sus escritos eran la fuente para redactar discursos y saber qué es lo que estaba sucediendo en el país.

Lectura cotidiana

María Guadalupe Rosas Hernández rememora que su primer acercamiento con La Nación se dio gracias al hábito que le infundieron sus abuelos, en especial los paternos, quienes tenían la costumbre de practicar la lectura todos los días a las cinco de la tarde, y dentro de lo que se leía estaba el ejemplar más reciente de la revista.

“Toda la vida, siempre, ha habido un número de la revista La Nación en la casa. A través de sus páginas nos enteramos de lo que pasa realmente en México, sabemos qué está sucediendo en el Partido, en los estados, a nivel nacional e internacional, es un buen referente”.

Años después, cuando Guadalupe estuvo al frente de la dirigencia juvenil en el municipio, La Nación se convirtió para aquellos jóvenes mexiquenses en una oportunidad para generar fondos que les permitieran financiar eventos para dar a conocer entre un mayor número de personas al partido albiazul.

“Nos dimos a la tarea de que a cada militante o simpatizante del Partido le llegará su revista, obviamente no gratis, pues el equipo de La Nación nos la vendía a más bajo costo para que nosotros pudiéramos venderla y sacarle alguna ganancia y fondear nuestras actividades. Gracias a estas ganancias formamos una banda de guerra, un grupo folklórico y preparamos algunos concursos de oratoria”.

Entre los cargos partidistas que Guadalupe Rosas ha desempeñado está el haber sido Secretaria de Promoción Política de la Mujer en el Comité Directivo Estatal. Desde ese puesto y con mucha satisfacción cuenta que ella y su equipo de trabajo lograron construir las 125 estructuras en el Estado de México, que son 125 Comités Directivos Municipales.

Destaca que la administración de la revista, en ese tiempo y en la actualidad, la abastecía de ejemplares de La Nación, mismos que entregaban en los eventos de Promoción Política de la Mujer, con el fin de que las presentes se informaran y conocieran lo hecho por el PAN.

“Tenemos que darle a las personas herramientas, elementos como La Nación, para que puedan, en determinado momento, discutir algunos puntos de vista al interior de sus Comités, o al interior de sus municipios o realizar un posicionamiento del Partido en sus comunidades”, concluyó.

Publicado en la Nación