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María de los Ángeles Alvarez Malo formadora y pilar de la democracia en México

Estado de México 3 de junio de 2019.- El pasado viernes 31 de mayo de 2019, falleció la maestra de maestros María de los Ángeles Alvarez Malo. La importancia de su paso por la vida radica en una vocación muy especial, en donde se conjugó la pasión por la educación y el compromiso social y político, lo cual tuvo como fruto la formación de personas en diferentes ámbitos, así como la colaboración activa y entusiasta en la fundación de diversas instituciones cívico políticas.

Quizá su nombre no se hizo permanentemente notable en titulares de prensa, o en la actualidad en los perfiles de redes sociales, porque la gente verdaderamente importante como ella, es como los cimientos de las grandes catedrales, invisibles pero sumamente importantes y trascendentes para la permanencia de esas grandes obras. Y ella fue eso, un cimiento, un pilar para las grandes realidades en nuestro país como lo son la vida democrática y política, así como la formación de las nuevas generaciones.

Pero olvidaba decir otra gran obra que tuvo en ella un gran sostén: su familia, la cual junto con su esposo, Alfonso Bravo, formó y cuyo fruto fueron 6 hijos, quienes siguiendo su ejemplo ahora participan también en la tarea interminable de construir un México mejor, así como ella lo hizo.

He aquí su semblanza, la cual fue presentada en el homenaje que se le hizo en el Congreso del Estado de México en el mes de mayo. Dicho texto está redactado en presente, por que ella aún vivía. Hemos querido dejarlo con el mismo estilo, por que para su familia y nosotros sus amigos, María de Los Ángeles vive en nuestro corazón.

Tomás Pichardo

Sferapolitica 2 junio 2019 8 reconocimiento nenaMaría de los Ángeles Álvarez Malo Bustamante
Semblanza.

La vocación específica de la mujer es custodiar lo humano, hacer lo humano más humano. La mujer se encuentra a sí misma dando vida y amor a los demás, por eso su vocación fundamental es vivir en plenitud el don de su feminidad, María de los Ángeles ha tomado ésta como su misión personal, con sencillez, generosidad y optimismo.

Nació en la Ciudad de México, siendo la tercera de los hijos del matrimonio de José Álvarez Malo y María del Carmen Bustamante, desde niña mostró una gran habilidad para el pensamiento matemático, la comprensión de temas complejos y un gusto por la lectura que ha permanecido siempre.

En su juventud estudió Actuaría en la facultad de ciencias de la UNAM, donde, con otras estudiantes, formó el “Círculo José Vasconcelos” que, siguiendo al maestro Vasconcelos, se centraba en dos líneas principales: el desarrollo de la ciencia y el papel que ésta tiene al servicio de la persona, valores que han permanecido en ella a lo largo de su vida.
En 1973 fue cofundadora de la Asociación Nacional Cívica Femenina, institución preocupada en la construcción de un México más humano, una organización que impulsa la participación cívica y política de las personas reconociendo la aportación única que el carácter femenino puede hacer a la sociedad.

Esta asociación de mujeres es la primera en nuestro país que se enfocó en promover la participación ciudadana de la mujer, muchas mujeres admirables participaron en ella y posteriormente han tenido importantes cargos públicos en el desarrollo del país. Su lema: “Mujer mexicana, forja tu Patria” ha sido especialmente encarnado por María de los Ángeles, que decidió vivir su papel en la edificación de México desde la sociedad civil organizada y la formación cívica, por lo que nunca ocupó un cargo público, a pesar de que tuvo la oportunidad ocuparlos en muchas ocasiones, ella eligió servir desde la sociedad.

Desde la acción cívica prefiere dedicarse a la formación de la ciudadanía y la vertebración social, coordinó los primeros congresos nacionales y fundó y coordinó en sus primeros años el periódico “Presencia Femenina” para impulsar la participación cívica de la mujer. Asimismo, se dedicó, con otras compañeras a crear el curso “El Desafío De Ser Mujer”, para dar una formación sólida, tanto teórica como práctica, a las mujeres en su desarrollo personal, familiar y ciudadano. También impartió el curso “Forjemos nuestra Patria”, diseñando para incentivar la formación cívica y el amor a México.

A partir de ese tiempo se convierte en una pieza clave en el surgimiento y organización de movimientos que impulsan la participación ciudadana, para lo que organiza diversos actos y campañas; en 1985 participa en la fundación y estructuración del Frente Cívico de Solidaridad, con la finalidad de ofrecer apoyo y ayuda a los damnificados del sismo que azotó la Ciudad de México, canalizando los recursos económicos y humanos que la sociedad aportaba.

En 1988 siendo presidenta nacional de ANCIFEM organizó y ejecutó uno de los primeros ejercicios de observación electoral en nuestro país: la Asamblea Ciudadana.

Con el fin de fortalecer la cultura democrática del país participó y organizó, con diferentes agrupaciones ciudadanas y asambleístas, el Plebiscito De La Ciudad De México que dio origen a la elección del Jefe de Gobierno de la Ciudad de México y el cambio de la Asamblea de Representantes por una Asamblea Legislativa.

Posteriormente estructuró y coordinó el programa, Conciencia del Congreso que se encargaba de monitorear e informar sobre el trabajo legislativo realizado en la cámara de diputados federal, de forma que los ciudadanos pudieran conocer lo que hacían sus representantes y evaluar su desempeño.

A finales de los noventas participa en la creación de A Favor de lo Mejor para promover la mejora los contenidos de los medios de comunicación, del cual sigue siendo consejera.

Junto al Licenciado Carlos Abascal formó la Coordinación Ciudadana Vertebra, que agrupando más de 250 organismos de la sociedad civil formó un proyecto de unidad a favor de los valores más representativos de la sociedad mexicana: la vida, familia y la participación democrática. De esta forma genera el plan de gobierno que propone la sociedad a los candidatos presidenciales en el año 2000, en el cual establece la importancia de la familia como célula básica de la sociedad y la protección del no nato por medio de políticas públicas de asistencia a mujeres embarazadas en situación de vulnerabilidad.

Asimismo, colaboró en la creación de Red Familia, a nivel nacional, y durante toda su trayectoria ha colaborado con la fundación y fortalecimiento de diversas organizaciones de mujeres en todo el Continente Americano.
Participa en la Comisión Jurídica y Social de la Mujer de la ONU desde donde se forma el documento preparatorio para la Conferencia Mundial de Beijín y obtiene un asiento permanente para las mujeres mexicanas por medio de ANCIFEM.

Toda su vida ha sido maestra tanto en las aulas de escuelas preparatorias, en cursos para trabajadores de diferentes empresas, hasta a los servidores de la educación siendo como ella dice “maestra de maestros”. Caracterizada por su alegría, decisión, firmeza y fidelidad siempre ha trabajado por impulsar una agenda humanista, convencida del valor de la persona humana, sin importar el lugar donde se encuentre ya sea desde el salón de clases más sencillo o la Asamblea General de la ONU.

Este mes cumple 44 años de casada con Alfonso Bravo, junto a él formó una hermosa familia y crió 5 hijos a quienes transmitió su gran compromiso social, a pesar de su trabajo social incasable, cuando alguien le ha preguntado a qué se dedica ella siempre ha contestado con orgullo: “Soy esposa y mamá”.

Siempre se ha distinguido por su generosidad y optimismo, cada persona que llega con ella recibe algo: un bien material, un consejo, consuelo, siempre pensando en cada persona con la que trataba, con su frase característica: Las personas son más importantes que las cosas.

María de los Ángeles Álvarez Malo ha defendido a la mujer y la niñez desde cada uno de sus cargos, con la convicción profunda del inmenso valor de la persona humana, pero su mayor aporte ha sido su testimonio.