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México, el paraíso del Chapo y la impunidad

Por: Jesús Aguiar.- Culminó la leyenda que parecía no tener fin, la de aquel hombre que burló en innumerables ocasiones a la justicia mexicana, que por ineptitud o complicidad, nunca pudo llevarlo a pagar por sus actos como era debido, si, me refiero a la historia de Joaquin Guzmán Loera, conocido como el “chapo” y/o “el tío”, quien fue sentenciado por la corte de Nueva York a cadena perpetua más 30 años de prisión, nadie, excepto los abogados y sus custodios volverán a ver al capo, que fue internado en la prisión más temida por los crimínales, conocida como “el alcatraz de las rocallosas”.

Se acabó o por lo menos le pusieron pausa a una historia llena de leyendas y versiones fantasiosas, es falso que en el narcotráfico quepa la nobleza y la subsidariedad, Badiraguato, Sinaloa, cuña de Guzmán y de la mayoría de los jefes del narco que han marcado la época moderna, es el municipio más pobre de Sinaloa y uno de los 3 con mayor pobreza y marginación de México, el 66% de sus habitantes vive en pobreza extrema, patrimonial y alimentaria.

¿Dónde está la ayuda que tanto dicen que brinda este ilícito? Es una mera leyenda urbana, y aquí entra la disyuntiva más grande ¿como un municipio puede tener esas condiciones de abandono? ¿A quienes les conviene que mantenga esa situación tan precaria?

Nuevamente demostramos lo débil que es nuestro sistema de seguridad y de procuración de justicia, Estados Unidos motivado por el poder económico más que por combatir el mercado ilegal de estupefacientes, entró al quite para hacer pagar a un hombre que llegó a ser tan rico que su fortuna es como una fantasía, como un cuento, y es que todo mundo sabe que existe pero nadie sabe dónde está, lo que sigue es preguntarnos: ¿que tanto avanzamos como país para garantizar llevar ante la justicia a quien cometa crímenes tan atroces como de los que culpan a Guzmán?

Desde mi punto de vista nada, absolutamente nada, ” el chapo” se encargó de demostrárnoslo en más de las dos ocasiones que se escapó de los penales más “seguros del país” y es que los funcionarios que tuvieron conocimiento y pudieron evitar sus fugas, siguen vigentes en el escenario político nacional, y son quienes en todo caso, con toda su influencia, pudieran procurar que se ejecuten acciones reales para que el estado mexicano cuente con las herramientas necesarias y realmente se reponga el daño que causa el narcotráfico al tejido social, que a palabras de Ismael “el mayo Zambada”(socio de Guzmán) en su entrevista para la revista proceso, el narco está tan arraigado en la sociedad como la corrupción.

México es y seguirá siendo ejemplo mundial de impunidad y corrupción mientras no hagamos lo propio para tener un sistema penal y penitenciario de temer, donde los delincuentes en realidad teman al ser llevados ante las autoridades, con Guzmán tuvieron la oportunidad de hacerlo dos veces, pudieron haber dado un golpe en la mesa y hacerles ver a los malandros quien manda, contrario a eso, las autoridades decidieron taparse los ojos y hacer como que no pasa nada, hoy quién era encargado de la seguridad pública en los tiempos de la fuga de Guzmán Loera es el flamante fiscal general de Andrés Manuel, Alejandro Gertz Manero, y quién era su segundo abordó, Jorge Tello Peón, sigue asesorando gobiernos en materia de seguridad pública, cosa que no logró entender de alguien que es de profesión ingeniero civil, seguimos por el camino equivocado, para muestra hoy tenemos un sexenio más violento que el de Calderón y Peña, con alguien que nos hace seguir en búsqueda de un gobierno que pare el baño de sangre que tiñe al país de rojo y que nos hace confirmar que lo que necesitamos no es cambiar de amo, si no dejar de ser perros, la seguridad pública también es reto para la nueva generación de políticos que se abre paso desde la podredumbre del sistema fallido en el que aún nos mantenemos, lo que sí puedo asegurarles es que HABRÁ FUTURO, que Dios nos preste vida para ver a México en paz.