Éctor Jaime Ramírez-barba.- El partido de Morena y su gobierno de la cuarta transtornación (sic) son los principales saboteadores de lograr una “salud nórdica” para todas y todos los mexicanos, aspiración del inquilino del zócalo.

Al instalarse en el gobierno, los legisladores aprobamos sin ninguna restricción la modificación propuesta a la Ley de la Administración Pública Federal, donde un sector de lo más sensible para atender la salud de los mexicanos, la provisión de medicamentos e insumos para la salud, fue retirada de las Instituciones con experiencia reconocida como el IMSS, para que fuera la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) la responsable.

El Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 fue presentado por el Titular de la SHCP, siendo saboteado por el Ejecutivo mismo, al descalificar el instrumento técnico conforme los lineamientos normativos vigentes, aprobándose solo el manifiesto político por la mayoría de la bancada integrada por Morena, PT y PVEM. En este plan se establece que habrá salud para toda la población y que este objetivo se logrará mediante la creación del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar -INSABI-, que dará servicio en todo el territorio nacional a todas las personas no afiliadas al IMSS o al ISSSTE. La atención se brindará en atención a los principios de participación social, competencia técnica, calidad médica, pertinencia cultural, trato no discriminatorio, digno y humano.

Después de esto renunció el titular de la SHCP (ya van dos), la responsable de las compras dejó ese despacho, fue asignada como titular del Sistema de Atención Tributaria -SAT- y ahora atiende el despacho de la Secretaria de Economía. Las consecuencias del desabasto solo la han pagado los mexicanos, y de ellos los más vulnerables. Los saboteadores del sistema de abasto han sido el propio titular del ejecutivo y sus personas designadas como el Director del INSABI y sus colaboradores de recursos materiales con 90% de lealtad y 10% de capacidad; mismos que ni con la ayuda de la UNOPS, dependencia a la que contrataron y luego despidieron, han logrado adquirir con suficiencia los medicamentos en ninguna de las múltiples licitaciones -hechas con gran opacidad y asignaciones directas- por un monto cercano de los 500 mil millones de pesos.

La creación del INSABI como institución no nació por iniciativa del Ejecutivo, sino fue presentada por otro saboteador, el entonces coordinador de la bancada y hoy jefe nacional de Morena en la Cámara de Diputados Mario Delgado, que fue contenida y modificada por el segundo titular de la SHCP, Arturo Herrera. Una de las reformas que propuso Mario Delgado, era modificar la Ley de Coordinación Fiscal para centralizar los recursos del Ramo 33 del fondo para la atención a la salud (FASSA) desapareciendo con ello de facto a las entidades federativas.

La modificación propuesta no quedó, en cambio hubo respeto a las decisiones que los Estados Libres y Soberanos tomaran quedando esto en la Ley General de Salud en tres artículos clave.

1) Tratándose de personas que carezcan de seguridad social, la prestación gratuita de servicios de salud, medicamentos y demás insumos asociados (Art. 2, objeto del Derecho a la Protección de la Salud plasmado en la Constitución).

2) En materia de Salubridad General, es decir, exclusiva de la Federación y que puede ser objeto de concurrencia con las entidades federativas (Art. 3 fII bis): La prestación gratuita de los servicios de salud, medicamentos y demás insumos asociados para personas sin seguridad social. Para efectos de lo anterior, y en el caso de las entidades federativas que celebren acuerdos de coordinación en los términos del artículo 77 bis 16 A de esta Ley, los recursos que del artículo 25, fracción II de la Ley de Coordinación Fiscal (FASSA) correspondan a dichas entidades, se entenderán administrados y ejercidos por éstas una vez que los enteren al fideicomiso a que se refiere el citado artículo 77 bis 16 A, en los términos de los referidos acuerdos.

3) En materia de Federalismo (art. 77 bis 16) El Instituto de Salud para el Bienestar y las entidades federativas celebrarán acuerdos de coordinación para la ejecución, por parte de estas, de la prestación gratuita de servicios de salud, medicamentos y demás insumos asociados para las personas sin seguridad social. Para estos efectos, la Secretaría de Salud establecerá el modelo nacional a que se sujetarán dichos acuerdos, tomando en consideración la opinión de las entidades federativas.

Antes de cumplir tres años, el inquilino palaciego cometió sabotaje al INSABI creando por Decreto otra “institución”, la SS-IMSS-Bienestar para, al parecer, sustituir de facto lo ordenado al INSABI en todos los instrumentos normativos hoy vigentes, haciendo lo usual el presidente, “no me digan que la Ley es la Ley” y presionando a la centralización sin piedad ni compasión para los enfermos.

Por último, hay serio sabotaje entre los propios funcionarios del INSABI, IMSS, BIRMEX, ISSSTE, PEMEX, IMSS-Bienestar, siendo el ejemplo de microesfuerzos macrodesintegrados en contra del acceso efectivo a los mínimos servicios esenciales de la cobertura universal.

Acá en el Congreso de la Unión, aparecen con varias iniciativas saboteadores que dicen pretender mejorar -un muy maltrecho sistema público de salud-. La última es de la Diputada Carmen Patricia Armendariz Guerra, en materia de “salud universal” que de un plumazo quiere eliminar la Federalización y los artículos clave de la LGS antes descritos con los acuerdos hoy vigentes en la LGS y darle al IMSS funciones que ya tiene a través del SS-IMSS-Bienestar. Un verdadero Frankestein que junto con la intentona en tránsito de una Ley de Coordinación y continuidad asistencial son misiles para que el ejecutivo federal termine enloquecido en su soliloquio de tener una salud en México no igual, ¡sino mejor que la de Dinamarca!

¡Que alguien avise a los Secretarios de Salud, SCHP, Gobernación y paren a los saboteadores, que flaco favor le hacen al Presidente y bastante daño a la ciudadanía!

¡Aguas presidente López Obrador, los enemigos y saboteadores están en casa!.

Éctor Jaime Ramírez Barba es médico especialista en cirugía general, certificado en salud pública, doctorado en ciencias de la salud y en administración pública, y es diputado reelecto del grupo parlamentario del PAN en la LXV Legislatura.

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