Los senadores del Partido Acción Nacional (PAN) continuarán impulsando los acuerdos legislativos que permitan consolidar un real y efectivo Sistema Nacional Anticorrupción, con un fiscal fuerte, independiente, que garantice transparencia en su tarea de vigilar el comportamiento escrupuloso de todo aquel que maneje recursos públicos o que haga gestiones ante el Gobierno, declaró el coordinador del grupo Fernando Herrera Ávila.

“El tema será una de nuestras prioridades legislativas en el próximo periodo ordinario de sesiones que inicia en febrero, toda vez que el de la corrupción continúa siendo uno de los principales problemas que más preocupa a la sociedad mexicana”, dijo.

De acuerdo con especialistas y organizaciones sociales, la corrupción le cuesta a México poco más de 100 mil millones de dólares al año, indicó.

Las reformas constitucionales y las leyes secundarias en materia anticorrupción deben reflejarse en resultados concretos, ya que es preocupante que mediciones como la de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), ubiquen a México en el último lugar de sus 34 países miembros en el combate de ese problema, observó.

“Si el 2016 está dejando una lección, es precisamente el rechazo de la sociedad a los gobiernos corruptos, como los de Veracruz, Chihuahua y Quintana Roo, donde no hay día en el que no se develen casos de mal uso de los recursos púbicos”, afirmó.

Herrera Ávila comentó que el Banco Mundial ha señalado que el costo de la corrupción en México es de nueve puntos del Producto Interno Bruto (PIB), en tanto que reportes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) advierten que la corrupción es el segundo problema que más preocupó a la población mexicana.

“No debemos perder de vista que la corrupción impacta directamente al bolsillo de las familias mexicanas”, dijo.
Al respecto, señaló que las mediciones del INEGI registran que el 12.6% de las personas que realizaron un trámite, pago o solicitud de servicio ante algún servidor público, fueron víctimas de al menos un acto de corrupción.

Del mismo modo, la corrupción trastoca a nuestras instituciones y el debido funcionamiento de la administración pública, agregó.

Por ejemplo, los datos del INEGI indican que dos de cada diez hombres que tuvieron contacto con algún servidor público experimentaron alguna situación de corrupción en 2015, mientras que en las mujeres la razón fue de 1 de cada 10.

En el mismo año, se registraron las mayores experiencias de corrupción en el contacto con autoridades de seguridad pública, el ministerio público, en los juzgados o para tramitar la apertura de una empresa, por citar algunos ejemplos.