Populismo en México tiene nombre y apellido; Andrés Manuel López Obrador: Dip. Eloísa Talavera
El sector bancario de México advirtió durante su 80ava convención sobre los graves retrocesos para la nación, de incursionar en un modelo económico populista: Eloísa Talavera Hernández
El rechazo al populismo fue el tema central de la 80 Convención Bancaria que se realizó esta semana en Acapulco, Guerrero, este sector entiende las consecuencias económicas para el país de entrar a un terreno económico “populista”, señaló la vicecoordinadora de proceso legislativo de su bancada en San Lázaro, Eloísa Talavera Hernández.
La diputada federal refirió que sin mencionar el nombre de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), la mayoría de los expositores en Acapulco se lanzaron contra el -populismo- que se ha dedicado a criticar a los partidos políticos de siempre.
Es sustantivo llamar a las cosas por su nombre, dijo, y el gran -populista- de México es Andrés Manuel López Obrador, quien en medio de la incongruencia, ha hecho presa de la conciencia de millones de mexicanos que si bien no han sido grandes beneficiarios de programas sociales, en los esquemas de López Obrador no encontrarán respuesta.
“Lo han adelantado múltiples analistas financieros y políticos, AMLO podría aumentar el déficit público, provocar a las calificadoras internacionales, promover políticas que pongan en aprietos al Banco de México, que comprometan a México en los mercados internacionales, y que hagan perder la confianza del Fondo Monetario Internacional en nuestro país”, dijo.
Y no sólo eso, expresó, está latente la amenaza de que, en caso de llegar a la Presidencia de la República, AMLO echará abajo las reformas energética, educativa y laboral, aprobadas en los últimos años con el consenso de la mayoría de los mexicanos.
Talavera Hernández manifestó que el tema es por demás relevante y oportuno, porque todo apunta a que en la elección presidencial del 2018, estará en juego el modelo económico para el país en el futuro próximo, ante la eventual amenaza de que un populista llegue a ocupar Los Pinos.
Recordó que recientemente, durante su presentación, el presidente de la Asociación de Bancos de México, Luis Robles Miaja, criticó a aquellos -líderes populistas- que le venden al pueblo soluciones fáciles para resolver sus problemas y que atentan contra las instituciones públicas.
Agregó que las reformas estructurales, son un punto de partida para fomentar el crecimiento del país en un entorno sostenido para las próximas generaciones.
“En este sentido, es fundamental resaltar que, aunque el gobierno de Peña Nieto ha sido incapaz de implementarlas adecuadamente, al día de hoy, gracias a las reformas se han creado más de dos millones y medio de empleos desde fines de 2012, de acuerdo a datos de la Secretaría de Hacienda”, subrayó.
El populismo, explicó, por el contrario, pretende destruir las reformas estructurales y derrumbar de tajo todos sus posibles logros, con la promesa de que por sí mismo o gracias a las políticas de un -líder iluminado-, se podrán solucionar todas las desigualdades sociales y se fomentará un crecimiento equitativo y con oportunidades para todos.
La legisladora indicó que las posibilidades de crecimiento económico estarían en riesgo con el populismo; el caso que tenemos a la mano para demostrar lo anterior es Venezuela, en donde desde los tiempos de Hugo Chávez y hoy con su heredero Nicolás Maduro, el país está en crisis económica gracias a sus políticas populistas, sin sustento financiero.
Refirió que, según cifras del gobierno venezolano, la economía se contrajo 7,1% en el tercer trimestre de 2015, lo que se suma a siete trimestres consecutivos de pérdidas desde el inicio de 2014, por otra parte, la inflación en Venezuela aumentó un 141% a finales de septiembre de 2015, reportó el banco central venezolano.
Lejos de ideologías políticas, la banca en México ha contribuido a crear un sistema financiero sólido, confiable y en crecimiento, las perspectivas para este sector son optimistas y los mexicanos no debemos de caer en ilusiones inalcanzables, que lejos de favorecer al país, lo condenarían al retraso y al letargo político, económico y social, golpeando con mayor fuerza a las familias más desprotegidas de la nación y condenando a la desaparición total de la clase media en México, puntualizó.