* AUMENTO A TARIFA DE TRANSPORTE PÚBLICO es resultado de la pésima política económica de Peña Nieto, que afecta a todos los mexicanos: Mauricio Tabe Echartea, presidente PANCDMX.

* Insistiremos en que el Fideicomiso para sustituir las unidades avance con celeridad para que los capitalinos gocen de un transporte seguro y de mejor calidad.

* Es necesario que parte del costo financiero de la sustitución de unidades la absorba el GCDMX.

Ciudad de México.- El aumento del transporte público de la Ciudad de México es consecuencia inevitable del gasolinazo aprobado por el gobierno priísta de Enrique Peña Nieto, así lo aseguró Mauricio Tabe Echartea, presidente del PANCDMX.

“Es una consecuencia inevitable del gasolinazo de Peña Nieto y ahí está el resultado de la pésima política económica que afecta todos los mexicanos”.

Tabe Echartea aseguró que desde el Partido Acción Nacional insistirán al gobierno capitalino que el Fideicomiso para sustituir las unidades de transporte público en la capital del país, avance con más celeridad para que los capitalinos puedan gozar de un transporte seguro y de mejor calidad. Así hizo un llamado a que el gobierno de la CDMX, brinde apoyo a los concesionarios.

“La sustitución de unidades no puede ser cargada en su totalidad a los concesionarios. Parte del costo financiero de la sustitución del transporte público la puede absorber el gobierno de la ciudad.”En el marco de la entrega de la Constitución Política de la Ciudad de México al Archivo Histórico de la CDMX, Tabe aseguró que ante los aumentos a la tarifa, el gobierno local está obligado a brindar una contraprestación a los usuarios; un servicio seguro y de calidad, pues no se puede tener un transporte más caro con un deficiente servicio.

Al término de este evento, el líder local reconoció la importancia de la entrega de este acervo, ya que representa el resultado de una lucha de más de 77 años del PAN para democratizar la Ciudad de México, por lo que descartó que vayan a prosperar las impugnaciones a la Constitución de la CDMX, “son patadas del viejo régimen para evitar que la democratización de la Ciudad culmine”.