Morena se desmorona
Por René Mondragón
TIENE SENTIDO LA ALIANZA
Recientemente suscrita, la alianza de MORENA con el impresentable Partido del Trabajo y el siempre acomodaticio Verde, que de ecologista solo le queda el recuerdo, adquiere un enorme sentido pragmático rumbo a la elección del próximo año.
Resulta e importa para la causa morenista porque como lo han señalado Gerardo Garibay y Guillermo Torres Quiroz, MORENA no es un partido. Se trata de un movimiento social de bases, de confrontación directa; de quienes responden al llamado de la tribu y saben bien a quien se dirigen los tambores de guerra; pero que carece de estructura, logística, capacidad de liderazgo y estrategia. Es un movimiento, pues. Nada más.
Por esa razón, grandes grupos de followers de varios gobernadores priístas, sumados a otros tantos destacados liderazgos del PRI, por si acaso Santiago Nieto les echa el ojo, ya preparan sus maletas para respaldar la candidatura per secula seculorum del presidente López. Es decir, va a prestar su estructura porque MORENA carece de ella. Así y solo así, tendrán el instrumental para el 2021 y lo que siga.
Evidentemente, si la hoy oposición pierde la elección del siguiente año, como dicen mis hermosas lectoras y gallardos lectores, todo se habrá ido por la alcantarilla, en primer término, la libertad.
POR SUS FRUTOS…
Y para que se vea “que van por todas las canicas” (en entrega aparte desglosaremos el contexto epistemológico y lúdico-político del concepto) aparece el pleito de Ramírez Cuéllar versus Yeidckol Polevnsky. El tema no es menor porque choca frontalmente con una de las banderas presidenciales: la corrupción. Y la, todavía, secretaria general de MORENA ha sido denunciada por pagos por obras y servicios a empresas fantasmas con resultados invisibles, por la friolera de 395 millones de pesos.
El reportaje de Abel Barajas de la Agencia Reforma, relata una denuncia previa ante la Fiscalía General de la República por daños patrimoniales por pagos realizados a varias empresas propiedad de Enrique borbolla García, que merece espacio aparte. Ahora, todo está en manos –es una simple alegoría- de María de la Luz Mijangos, titular del área que revisa estos temas.
Existe una doble denuncia, civil y penal, lo que pronostica un golpe serio a la causa de Yeidckol. Todo se destapó, porque las empresas contratadas, jamás entregaron las obras.
NADA EXTRAÑO
Este tema de las corruptelas al interior de los partidos políticos, no tiene nada de extraño. El punto radica en revisar y valorar la forma en que las dirigencias abordan los hechos.
Durante muchos años, en el PRI –salvo orden presidencial, como se estila hoy en día en MORENA- el indiciado se ve sometido a la divisa porfiriana: A los amigos justicia y paz, y a los enemigos, nada más justicia. Así, cayó don Jorge Díaz Serrano o Emilio Lozoya, pero Romero Deschamps y Napito, son intocables.
Así le sucedió a Raúl Salinas de Gortari, a la ticher Elba Esther o al Javidú, a quien por cierto ya le entregaron varios inmuebles porque lo acusarán del delito de tirar la basura en la banqueta. Es decir, Javidú sigue mereciendo la abundancia, y por supuesto, Peña Nieto es el otro de los intocables.
El PAN ha solicitado desafueros, interpuesto denuncias penales y metido a la cárcel a varios funcionarios que militando en el partido se dejaron seducir por la corrupción.
Con todos estos elementos en el escenario, si el PAN quiere presentar un frente eficaz, oportuno y consolidado en las elecciones del siguiente año, tendrá que demostrarle al electorado –desconfiado e inerme- que no es la mejor opción para México…. Que es la única. Al tiempo.