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¿Porqué votaron así los mexiquenses?

Por Rafael Funes Díaz

Entender el comportamiento del electorado en las pasadas elecciones debe servirnos para desentrañar parte de las causas de los resultados de la pasada campaña electoral.

¿Cuáles fueron los motivos para que el sentimiento en contra del PRI, tanto hacia el presidente Peña como hacia el gobernador Eruviel, se volcaran masivamente por la candidata de Morena Delfina Álvarez?

¿Qué llevó a los electores del otrora corredor azul a impulsar a Morena y en segundo lugar al PRI con Alfredo del Mazo?

¿Por qué los electores de Nezahualcóyotl mantienen su lealtad, a prueba de todo, hacia el PRD y en este caso apoyando masivamente a Juan Zepeda?

¿Cómo es que Josefina Vázquez a pesar de tener una propuesta contundente y desplegar una campaña de amplio alcance, no pudo convencer a los electores de ser la opción del cambio?

Buscar las razones en un solo factor no sería válido, por eso la reflexión debe apuntar en varios sentidos: mensajes, estructura, grupos internos, recursos económicos, operación política.

Ahora sólo mencionaremos algunos rasgos generales del perfil social y político que puedan darnos una pauta para encontrar las motivaciones del voto.
Durante el gobierno de Eruviel Ávila el esfuerzo por ofrecer programas bajo el cobijo de apoyos sociales fue descomunal, por supuesto los resultados en combate a la pobreza fueron mínimos pero con un gasto excesivo, y para efectos electorales los resultados fueron apenas los suficientes para darle al PRI una ligera victoria.

En la zona oriente con una población mayoritariamente urbana y una calidad de vida cada vez más deteriorada, parte del electorado aprendió a recibir los apoyos gubernamentales, pero no votar por el PRI, el hartazgo social motivó que ahí Morena obtuviera una reserva de votos fundamental, el 43% de su votación estuvo en esa zona. Para el PRI representó el 35% de sus votos, cantidad nada despreciable.

El otro fenómeno que llama la atención es la presencia de Morena en el antes llamado corredor azul, zona de contrastes, donde las clases medias y altas comparten el mismo espacio con sectores de la población con graves carencias. Ahí se encuentra la ciudadanía más participativa, al parecer lo que se conoce como voto útil le permitió a Morena ganar la zona. Por un lado, el fuerte sentimiento anti pri se volcó por la candidata de López Obrador, la urgencia de un cambio frente al deterioro de las condiciones de seguridad y de servicios públicos que anteriormente se manifestaba en un voto por el PAN, ahora optaron por lo que a juico de muchos significaba un cambio de fondo.

Pero también se presentó otro fenómeno, el crecimiento de Morena para un grupo importante de electores panistas significaba un grave riesgo, por ello la estrategia del PRI se orientó a motivar a los panistas a sufragar por Del Mazo como alternativa para frenar el peligro de López Obrador.

La estrategia dio resultado, los votantes optaron mayoritariamente por Morena y en segundo lugar por el PRI, la consecuencia, se derrumbó el voto por el PAN. El 35% optó por Delfina, el 29% por Del Mazo y el 17% por Josefina Vázquez.

El espacio que se mantiene leal al PRI sigue siendo la zona poniente y sur del estado, desde Tejupilco hasta Jilotepec, pasando por Atlacomulco y Toluca permitieron al PRI y su candidato obtener el margen necesario para ganar, funcionó el condicionamiento de programas, el acarreo y la compra de voluntades. Una población que siempre ha sido marginada del progreso y que se encuentra atrapada entre la obtención de un apoyo para poder alimentarse unos días, la presión de caciques que los extorsionan y un gobierno que no atina o no quiere desarrollar proyectos que los saquen de la pobreza ancestral.

Este primer acercamiento al comportamiento de los votantes habrá que agregarle otros elementos que permitan enriquecer el análisis y pueda ser útil para definir estrategias de actuación política, así como instrumentos de operación política para quienes tienen la responsabilidad de ganar elecciones.