En un artículo publicado en el diario El Universal, el coordinador de diputados federales del PAN, Marko Cortés, hizo varios señalamientos respecto a la posición del Gobierno Federal en el caso del espionaje a través de “Pegasus”.

“Sólo a un gobierno que tiene mucho qué ocultar, y con miedo de ser descubierto en irregularidades, le podrían atemorizar las actividades democráticas de los periodistas, de los defensores de los derechos humanos y de los opositores políticos” afirma Marko Cortés.

El Coordinador de la bancada señala que en su recta final el gobierno de Enrique Peña Nieto ha causado una crisis de seguridad “con récord de actos violentos en mayo, peor momento desde 1997, con 2 mil 186 homicidios dolosos”. Además hace notar que México ha caido en lo económico al lugar 48 “en el índice de competitividad del WCC (World Competitiveness Center), de entre 63 países. Y como si el gobierno no hubiera ya protagonizado suficientes escándalos, ahora se vio aludido en el informe intitulado #GobiernoEspía: Vigilancia sistemática a periodistas y defensores de derechos humanos, elaborado por R3D, Red en defensa de los derechos digitales, que documentó 76 intentos de hackeo a teléfonos inteligentes”.

En su artículo Marko Cortés reitera que “Sólo a un gobierno temeroso de la normalidad democrática y con miedo a que se siga ventilando su corrupción, podrían asustarle las labores de prensa y opositores”. Y destaca que Acción Nacional ha condenado el espionaje político.

“Hemos dicho con claridad que las instituciones de inteligencia del gobierno deben concentrarse en obtener la información necesaria para combatir al crimen organizado, y garantizar así la paz social, tan anhelada y lejana. Pero parecieran estar ocupados en usar sus recursos humanos y materiales con fines políticos, actuando al margen de la ley”.

Afirma que el GPPAN en la Camara de Diputados Federal ha llamado a comparecer a los titulares de Gobernación, la PGR y el Cisen ante la Comisión Bicamaral de Seguridad Nacional, para que ofrezcan una explicación “sobre estas reprobables conductas”.

“El espionaje político es un abuso desde donde se le vea. Es el uso de instrumentos del Estado contra los ciudadanos. Es una violación a los derechos humanos que daña la democracia, y que atenta contra aquello que en primer lugar debe proveer el Estado a la gente: seguridad”.