México vivirá una fiesta de la democracia con el proceso electoral más grande de la historia: Romero Hicks
Ciudad de México, a 30 de mayo de 2021.- Más allá de cualquier pronóstico pesimista sobre las votaciones del próximo domingo 6 de junio México se apresta a vivir una auténtica fiesta de la democracia ante el proceso electoral más grande de su historia y en un país en el que el ciudadano sabe que puede votar en libertad para poder exigir con responsabilidad, afirmó el coordinador de los diputados federales de Acción Nacional Juan Carlos Romero Hicks.
Nadie puede tener duda de que la democracia la hacemos todos; México necesita nuestro voto ya que cada uno de ellos puede hacer la diferencia para escoger a quienes gobernarán, sobre todo en momentos tan complicados como los que se viven hoy a raíz de la Pandemia, de la violencia, de la crisis económica, de inseguridad, de educación, de la corrupción, dijo y subrayó la obligación del ciudadano de informarse sobre quiénes son los candidatos, cuál su trayectoria y analizar sus propuestas.
Destacó que el panorama general se ha descompuesto en los últimos tiempos no sólo por catástrofes como la de la Línea 12 del Metro sino por la degradación de nuestro país en materia aérea, por las grandes interrogantes en la compra de una refinería en la Unión Americana y las diferencias del Ejecutivo con el Banco de México, entre otros muchos problemas.
Por ello, dijo Romero Hicks, la urgencia de enderezar el rumbo no sólo manteniendo a los organismos autónomos sino fortaleciéndolos, no sometiendo a los Poderes Legislativo y Judicial, sino consolidándolos y respetando la diversidad y la pluralidad como divisa que existe en todo el territorio nacional.
Es vigente la necesidad de atender el abasto de agua en todo el país, la vivienda, la conectividad de internet, la alimentación, la migración, la seguridad social, el ingreso familiar, los servicios de transporte y movilidad además de dar solución a la producción en el campo, abandonada junto con los recortes del austericidio.
Inaplazable también el restablecimiento del seguro popular, las estancias infantiles, los centros de atención para mujeres maltratadas, el Procampo, y Prospera, así como los fondos para la seguridad, los desastres naturales, la cultura, el deporte, la ciencia, la tecnología e innovación y el medio ambiente.
En este contexto contamos con un aparato electoral ciudadano probado en donde en las 162 mil casillas que serán instaladas a lo largo y ancho de la república estarán el millón 460 mil funcionarios; son casillas cuyo domicilio ya conocemos muy bien –regularmente repiten su ubicación – y ahí estarán todo el día nuestros vecinos como funcionarios encargados de operar el proceso, recibir y contar nuestros votos con transparencia.
Son muchas las carencias que hay en el país como los servicios de salud oportunos y suficientes, la atención a las mujeres de manera efectiva, la aprobación de un presupuesto que atienda las necesidades cada vez mayores del Estado, que priorice las necesidades para, de un lado evitar la derrama en caprichos o, del otro, mantener el austericidio que ya costó vidas en los últimos meses.
Al mismo tiempo, la vivencia de la democracia auténtica y plena con libertad es lo que permitirá que más allá de las necesidades materiales México camine con paso firme hacia la honestidad, el reconocimiento de la dignidad de la persona y la solidaridad.
Sería imperdonable dejar espacios vacíos, no acudir a las urnas y permitir que otras personas decidan por nosotros. La fiesta de la democracia debe abrir la puerta a la consolidación de las instituciones autónomas, a la vigencia y el respeto al Estado de Derecho y superar la desgastante polarización y el enfrentamiento entre mexicanos.