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Ricardo Anaya, ganar o morir en el 2018, no tiene de otra

Por Augusto Díaz.- Con la salida de Margarita Zavala Acción Nacional tiene el reto de alcanzar el triunfo en el 2018 con o sin el Frente Ciudadano por México, para demostrar que no fue un error no haber elegido a la exprimera dama como su candidata a la presidencia de la República.

Desde luego, la opinión pública señala como responsable de este acontecimiento al presidente del PAN Ricardo Anaya Cortés, quien tiene de aquí en adelante la tarea de construir junto con el Frente Ciudadano por México (FCM) la viabilidad del triunfo de esta fuerza opositora.

En este sentido cobra particular importancia la definición de la manera en que dicho Frente elegirá a su candidato presidencial, pues de ello dependerá que el talante democrático de este nuevo ente político sea creíble o no. Lo que menos le conviene a Ricardo Anaya será ocupar la posición de candidato a la presidencia de la República sin competir abierta y transparentemente contra otros aspirantes panistas y no panistas, que buscan la misma posición.

De igual forma estará obligado a alcanzar el triunfo, como una manera contundente de demostrar que el alto nivel de conocimiento que las encuestas atribuyen a MZ no le habrán hecho falta para tal fin.

Otra misión importante que tiene el presidente nacional de AN es unir al partido, puesto que si bien es cierto que la salida de Margarita Zavala parece no significar el desfondamiento del PAN, quedan en su interior muchos militantes que están inconformes con esta situación, lo que en otras palabras significa que el panismo está fracturado. Basta ver las manifestaciones que se dan en uno y otro sentido al respecto en redes sociales, para confirmar la inconformidad existente con el actuar del presidente Anaya.

Las expresiones que festejan la salida de los dos principales puntales del calderonismo, por parte del grupo que se puede decir triunfador en este enfrentamiento, me recuerdan una frase que le escuche decir a un conferencista: “ ¡querido amigo de la grilla, no se olvide que en política siempre hay un día después!”, al parecer, este día después les llegó a Felipe y Margarita, pues también durante la hegemonía del expresidente de la República en el PAN, se dieron situaciones que afectaron las aspiraciones de más de un miembro de Acción Nacional. Hoy los ganadores de esta batalla no deberían olvidar que también para ellos habrá un día después, que mucho dependerá de cómo sea el resultado de la elección del próximo año.

A Ricardo Anaya no le queda de otra: ganar o morir en el 2018.