LA VACUNACIÓN Y LA SALUD
Por Alejandro Díaz.- Ahora que supuestamente se ha avanzado en la vacunación no hay cifras oficiales. No hay una entidad sanitaria que de cuenta del avance por lo que los medios de comunicación hacen el seguimiento, pero los números de éstos difieren entre sí. Por ejemplo, El Financiero menciona que a principios de septiembre el 58% de los adultos ya está vacunado con dos dosis y el 46% con una. Televisa News precisa que el 40% ya tiene las dos dosis y el 29% una. Por su lado El País afirma que el 30% ya recibió dos dosis y el 24% sólo una. ¿Cuál cifra es real?
El “técnico” nombrado por el inquilino de Palacio no osa mencionar cifras, excepto el total contratado (243 millones de dosis). No menciona al avance, sea porque no lo sepa o sea porque tendría que decir también la cantidad real de vacunas recibidas, las enviadas a otros países y las que se suponen extraviadas. Su incapacidad para armar la campaña de vacunación fue aprovechada por el Canciller Ebrard para traer las vacunas con bombo y platillo, acercar agua a su molino y apoyar a ciertos países. Sin dudar de que cuenta con la bendición de su jefe pero aprovechó la oportunidad para lucirse. Al mismo tiempo le permitió al “técnico” ocultar otra más de sus incapacidades.
México es un país en desarrollo por lo que no es muy conveniente compararlo con los industrializados, pero de alguna manera éstos marcan el camino a seguir. China, país donde se originó la pandemia, dicen tener al 20% de su población vacunada con una dosis y el 69% con dos. Los Estados Unidos y la Unión Europea alcanzan el 70% de su población vacunada con dos dosis e Israel va por la tercera para toda su población. Algunos países como el nuestro alcanzan mejores porcentajes porque elaboraron planes y se han apegado a él sin dar tumbos o mentir..
Sin un plan bien elaborado la vacunación en México no va a controlar la pandemia. Las vacunas protegen. Quizá ninguna lo haga al 100% pero sí lo suficiente para que si se llega a dar el contagio la enfermedad sea leve. Ninguna vacuna garantiza completamente, pero sin alguna de ellas la probabilidad de contagio, de daño profundo o de muerte es alta. Aún hay quien les niegue utilidad e incluso que digan que la pandemia no existe.