EL FIASCO DEL BRONCO (Y DE LOS INDEPENDIENTES)
Marcos Pérez Esquer.- Afortunadamente, este próximo domingo 3 de octubre termina la calamitosa gestión de Jaime Rodríguez “El Bronco”, como gobernador del Estado de Nuevo León. Fue, en definitiva, un gobierno para el olvido. Sin embargo, sí que debemos tomar nota de la grave responsabilidad que el Bronco se lleva sobre sus hombros al haber dado al traste con la figura de las candidaturas independientes. Una figura impulsada desde la sociedad civil, que se suponía vendría a oxigenar el sistema político y a refrescarlo de cara a la asfixia introducida por la partidocracia, termina sumamente desacreditada en virtud de la pésima labor de quien ha sido el primer -y hasta ahora único- gobernador emanado de una candidatura independiente.
Al analizar los resultados de su agonizante gobierno, no encontramos cosa alguna que se pueda celebrar.
Si hablamos de seguridad, resulta ser que Nuevo León incrementó el número de homicidios, de 452 que ocurrieron en el año 2015, cuando él inició su gestión, a 797 casos que van en lo que ha transcurrido del actual 2021, y eso que todavía quedan tres meses del año. Nuevo León es uno de los Estados más agresivos contra las mujeres, han ocurrido 35 feminicidios en 2021, y es de los peores en materia de violencia intrafamiliar. No sorprende que el Bronco nunca se haya preocupado por esto, su actitud y su discurso siempre exhaló un tufo misógino y machista. No obstante lo preocupante de las cifras, se ha incurrido en subejercicios presupuestarios que han llevado a reducciones de aportaciones federales en materia de seguridad; algo increíble en un lugar en el que hay un claro déficit de elementos policiacos. De hecho ya se habla del surgimiento de un nuevo cártel, el cártel Nuevo León, y mientras tanto, la autoridad voltea a otro lado.
La obra pública brilla por su ausencia. Salvo por la Línea 3 del Metro, que en realidad fue una obra heredada, y la presa Libertad, que apenas está en marcha, no hay mayor cosa.
En cuanto al transporte, resulta que ahora hay menos de la mitad de los camiones que había hace seis años cuando entró el Bronco a gobernar.
Pero su deuda más grave está en el combate a la corrupción. Así como ya saben quién, el Bronco llegó al poder con esa bandera, y con su frase: “Se les acabó la fiesta a los bandidos”, pero su Operación Tornado mediante la cual se imputó a alrededor de cien ex funcionarios, terminó sin una sola sentencia condenatoria. Peor aún, a apenas semanas de iniciado su gobierno, estalló su primer escándalo de corrupción, el llamada “cobijagate”, una compra simulada de 200 mil cobertores por 29 millones de pesos. Luego vino otro escándalo, el “Bronco Dron”, que consistió en la adquisición a sobre precio, de un avión no tripulado, por 57 millones de pesos, que se almacenó por seis meses solo para que, en su primera prueba cayera y se averiara; la nave fue devuelta al proveedor, quien solo regresó 27 millones de pesos, es decir, se tiraron a la basura 30 millones de pesos. El programa Aliados Contigo, también fue motivo de un escándalo cuando se descubrió que 500 personas que en él laboraban, fueron usadas como promotores para recabar firmas de apoyo para registrar la candidatura independiente del Bronco a la presidencia de la República en el 2018.
Nadie olvidará cuando, en esa campaña, propuso la barrabasada de cortarle la mano a los ladrones. Pues parece que tendría que autoamputarse sus propias manitas porque además de todo lo anterior, en esa misma campaña se demostró y así fue resuelto por el Tribunal Electoral, que desvió recursos del erario para recabar las firmas de apoyo que le permitieron ser candidato presidencial. Así que no solo se desentendió de su gobierno durante todo un año por andar en campaña, sino que su candidatura independiente, que parecía que vendría a refrescar la política, terminó ensuciándola aún más; y no solo la política neoleonesa, sino la política nacional: de las 876 mil firmas que presentó, 266 mil estaban duplicadas, 7 mil pertenecían a personas fallecidas, y muchas más estaban falsificadas. Una estafa.
La buena noticia es que el próximo domingo termina su desastroso gobierno. La mala es que desprestigió gravemente la figura de la candidatura independiente. Resulta sumamente desalentador, porque su incursión generó una esperanza, y una alta expectativa ciudadana, que ahora se siente decepcionada. Suerte a Samuel García, el próximo gobernador, y suerte a las y los neoleoneses. Después de Rodrigo Medina, y del Bronco, ese gran Estado ya se merece algo mejor.