UN SEXENIO DE TOTAL CERTEZA
Por René Mondragón
PROFÉTICO
Palabras más, palabras menos, mi estimado maestro José Antonio Crespo tuiteó que, él, procura poner mucha atención a los pronósticos del presidente López Obrador, porque tiene la certeza de que no se van a cumplir.
Y luego, cita uno más de esos compromiso irrealizables y fallidos: ““Desde el primer día de mi gobierno, los narcos cambiarán las armas por tractores y se convertirán en gente de bien, se los juro”
La afirmación de Crespo resultó profética, y como ésa, muchísimas más que nuestro pueblo –ni tan bueno, ni tan sabio- de frágil y pobre memoria, ha enviado ya al archivo general de los recuerdos, enterrados entre polvo y telarañas, como en la más infausta película del Santo contra las Mujeres Vampiro.
PENSÁNDOLO BIEN
No está descabellado el aserto de José Antonio, porque –en efecto- ¿cuál de los pronósticos presidenciales se ha realizado en estos tres años? ¿cuál de esos pronósticos, al más puro estilo de Epigmenio Ibarra -el señor tele novela- ha resultado exitoso? Mis adorable lectoras y gentiles lectores sugieren un minuto de silencio, no para rendir tributo a lo que pudo haber sido y no fue, sino para hacer un ejercicio de recordación… ¿Verdad que está cañón, como dicen los clásicos?
A VUELO DE PÁJARO
Todo lo que se dijo sobre la cancelación del aeropuerto de Texcoco: que saldría carísimo, que no serviría para nada, porque se espantarían los gansos y solo se privilegiaría a “la minoría rapaz” del neoliberalismo, y por eso la opción por Santa Lucía… El pronóstico falló. Porque ni salió más barato; se contrataron casi a todos los mismos de siempre; el costo de las cancelaciones de contrato se disparó a cantidades astronómicas; y de todas formas, ni resultó más barato y Santa Lucía se parece más al aeropuerto internacional de Agua Leguas, el mismo elefante blanco que mandó construir Salinas de Gortari, el más odiado por el presidente.
Otro pronóstico errado: El avión que ni se vendió, ni se rifó y sigue guardado mientras casi todos los mexicanos seguimos pagando, me nos lo que fabrican chocolates sin personal, sin materias primas, si planta, sin maquinaria y sin vergüenza.
¡Cómo no recordar los pronósticos que aniquilaron el Seguro Popular de Calderón, el otro odiado sexenal, para pronosticar que en materia de salud estaríamos igual o mejor que en Dinamarca, Suiza, Bélgica o Noruega! La certeza de muchos se cumplió. El INSABI, ¡quiensabi en dónde lo enterraron! Sobre las cenizas se acaban de inventar otro molusco-invertebrado-gaseoso: El IMSS Bienestar.
Otro más de los pronósticos que, los que sí saben de educación –no los expertos de la CNTE- dijeron que resultaría otra cannabis-sexenius, vulgo “Fumada”, son las universidades patito o gansito o Benito, da igual. De acuerdo con https://politica.expansion.mx/mexico/2021/09/02, El estatus es más que interesante: La meta son 200,000 estudiantes al final del sexenio. No obstante, de acuerdo con el tercer informe de gobierno, actualmente hay un avance de 14%: la matrícula es de 28,000 personas al cierre del ciclo escolar 2021, aunque se tiene una capacidad para atender a 80,000. Lo peor: aumenta el número de jacalones, vulgo planteles, y la matrícula disminuye el 28 por ciento.
De los pronósticos que más duelen. Aunque el gobierno federal reconoce solamente una cifra cercana a los 500 mil fallecimientos por COVID 19, es decir, 500 mil familias enlutadas en este país por una errática, balbuceante y siempre torpe, política de manejo de la pandemia…. Para quien ha fallado en todos sus pronósticos como dice José Antonio Crespo, la elegía de López Gatell resulta sublime: “Es una dicha tenerlo entre nosotros”. Amén.