Por René Mondragón

VIOLENCIA AL ALZA

Mis bellísimas lectoras y amables lectores se suman al clamor nacional: La política de “abrazos, no balazos”, además de un rotundo fiasco, política fallida, posible sospechosismo en lo oscurito y un sonoro fracaso internacional, le deteriora fuerte, la imagen y popularidad al presidente.

Eso es lo que más le duele a quien demanda y exige permanente devoción, fidelidad a muerte y obediencia ciega aderezada con silencio absoluto al dominador y propietario de la verdad revelada. ¡Cómo no le va a doler, si el país se le cae a pedazos!

GOLPES DE REALIDAD

Y como dicen los observadores: “Al presidente mexicano lo alcanzó la maldita realidad”. Ésa que se empeña en demostrar que todas las ocurrencias no pasan ni pasarán de eso, y será cada compatriota, cada familia mexicana, cada empresario y emprendedor, cada estudiante, maestro o investigador académico, quienes tendremos que pagar el costo de tanta estulticia elevada a rango constitucional.

De esta forma, José Ramón desmanteló y echó por tierra las divisas presidenciales que aseguraban que los morenistas eran “diferentes”, que ellos “no son corruptos”; que, para ellos, “primero los pobres”; además de que en la 4T no hay “influyentismos”, “nepotismos” o tráfico de influencias” Como dijera el destacado pensador Emmanuel: “Todo se derrumbó…en el país… en el país” (Bueno, la segunda parte es aportación personal del escribano)

QUÉ TANTO ES TANTITO

En la jerga de los especialistas se le denomina el “Arte de Cucharear” las cifras, al tomar datos parciales, maquillarlos y presentar lo funesto, como un éxito extraordinario. Raymundo Riva Palacio en reciente entrega (https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/raymundo-riva-palacio/2022/03/01/san-jose-de-gracia-pueblo-en-vilo) formuló varios comentarios que es prudente integrar al concierto de impunidad nacional interpretado por Morena en “Sí sostenido”

1. La Secretaría de Seguridad Pública Federal presentó algunos datos ciertos, pero bastante manoseados, para demostrar que los homicidios dolosos habían bajado en 14 por ciento. La “cuchareada” radica en que, como die Riva Palacio, si se contabilizan los datos de los Estados más violentos, en 10 de ellos, los delitos aumentaron.
2. En esas entidades, de acuerdo con la pieza en comento, se concentra el 31 por ciento de homicidios dolosos y va en aumento.
3. Es valioso citar al autor: “(…) subió la tasa nacional de homicidios dolosos, que se ubica en 1.87 por cada 100 mil personas. En Zacatecas es de 7.6, en Colima de 6.18, Baja California de 5.82, Sonora de 5.05, Michoacán de 4.79, Guanajuato de 3.89, Morelos de 3.88, Chihuahua de 3.67, Guerrero de 2.83 y Quintana Roo de 1.89. La violencia en los estados históricamente violentos, no ha bajado sino subido” (…)
4. A raíz de lo sucedido en San José de Gracia, las conclusiones son fácilmente deducibles, porque los videos que circulan en las redes sociales son más que elocuentes. Los grupos criminales disfrutan de una extraordinaria impunidad. Cesan temporalmente sus actividades delictuosas en tanto dura la presencia de fuerzas federales, después, todo sigue igual. Nadie los molesta más, porque el impacto mediático fue consumado.
5. ¿Puede argumentarse un alto grado de complicidad entre las autoridades federales y estatales con los cárteles de la droga? “Es cada vez más evidente”, sostiene el autor de Estrictamente Personal.

¿Hasta dónde?… ¿Hasta cuándo?…