Salvador I. Reding Vidaña.- Ni al gobierno morenista ni al cubano, les interesan los médicos que de nuevo quieren que vengan a México. Esto es un negocio para la dictadura cubana, excelente para Cuba y demasiado caro para México. Y un negocio ya repetido varias veces y en varios países, incluyendo el propio México. ¿En qué consiste?

Los cubanos hacen arreglos con gobiernos que simpatizan con la dictadura cubana, para pagar montos muy importantes, a cambio de recibir médicos durante un tiempo determinado, y a un precio muy elevado. Los gobiernos, como el de México, NO contratan a profesionales de la medicina, firman un contrato con el gobierno cubano, y le pagan a éste, en divisas, como dólares de los Estados Unidos, ese servicio. El gobierno de Cuba necesita dinero desesperadamente, sobre todo tras que la dictadura venezolana le dejó de regalar petróleo.

El gobierno cubano recibe así un pago importante, y de ese pago le entrega a los médicos una miseria, unos cuantos pesos cubanos, algo que no es ningún secreto. Es importante insistir en que el gobierno de López Obrador NO está contratando médicos, está contratando el envío de médicos cubanos por parte de la dictadura cubana. No son contratos individuales, es un contrato de prestación de servicios con el gobierno de Cuba. Ya tuvimos uno antes.

La experiencia de varios países sigue ese esquema, y llegan a ellos grupos de personas que se supone son médicos profesionales, graduados en su materia. No es nada nuevo ni supuesto, es experiencia bien conocida y documentada. Quien tenga dudas de lo aquí escrito, lo invito a buscar dicha información en Google, allí está todo.

En el caso de México, cuando llegó un grupo de personas para ayudar, supuestamente, en el combate a la pandemia del Covid-19, no se supo que nuestro gobierno haya siquiera certificado que se trataba de médicos profesionales. No hubo informe alguno de sus actividades, desde que llegaron hasta que regresaron a Cuba. No faltaron quienes pidieron dicha información, y les fue negada, probablemente porque todo era una farsa, algo muy razonable de pensar. En ninguna parte se dieron testimonios de quienes pudieron haber sido atendidos por dichos cubanos. Su estadía en México era y sigue siendo un misterio.

Por otra parte, la legislación mexicana en el ejercicio de las profesiones, es muy específica y estricta, incluyendo penas de prisión a quienes ejerzan una profesión que no tienen, con cédula profesional. Y estas leyes son muy cuidadas en determinados casos, como es en el de abogados, contadores, ingenieros civiles, arquitectos y más especialmente en el campo de la medicina. Y el gobierno no puede, arbitrariamente, dispensar del cumplimiento de la ley para que extranjeros vengan a trabajar como médicos profesionales, y además por una temporada. La ley no lo permite.

No puede alguien, por el contrato que sea, venir a México y ejercer la medicina si no tiene reconocimiento por la Dirección General de Profesiones de la SEP. Pero eso le tiene sin cuidado al gobierno federal mexicano, ya lo vivimos, no es algo nuevo. No importa si son o no médicos, no importa lo que hagan en nuestro país. Lo único importante es darle dinero, con esa excusa, a la dictadura castrista-cubana, que tanto requiere divisas.

Cada país que ha hecho esos contratos con Cuba, ha sido de un gobierno simpatizante no con Cuba, sino con su gobierno dictatorial, como Venezuela. El costo que el gobierno pagan al cubano, por cada persona que llegue en calidad de médico, es superior al salario que recibe un médico mexicano. O sea que, para México, es un negocio muy caro.

No hay que dejarse engañar. No se traen médicos cubanos porque México los requiera, hay suficientes médicos, incluyendo muchos desempleados, pero con cédula profesional de médicos, para atender las necesidades médicas del país. Si no fuera así, el gobierno tendría que invitar a médicos extranjeros a venir a vivir a México, demostrar a satisfacción de Profesiones que sí tienen los estudios necesarios universitarios como médicos y que se queden en el país, obteniendo su imprescindible cédula profesional, no que vengan por una temporadita, a cambio de que su gobierno dictatorial reciba muchos dólares salidos del erario federal de México.