Por: Amin Anchondo Alvarez

Esta semana recordé cuando estaba en la primaria y estaba sucediendo algún tipo de injusticia por parte del maestro, pero nadie se atrevía a decir nada porque podía serle contraproducente en lo personal.Todos se quedaban callados, aunque estuviéramos viendo lo que estaba pasando.

En algunas ocasiones había el valiente que alzaba la voz y le decía al maestro el error que estaba cometiendo o la injusticia que se estaba dando. A partir de ese momento varios comenzaban a hablar porque se sentían liberados de esa presión de ser uno solo contra una autoridad superior.

Hoy estamos viviendo eso a nivel país. Sabemos como utiliza el gobierno federal las instituciones y la hacienda pública para un control político sobre los ciudadanos y sobre los estados. Cosa que no debería de ser, ni deberíamos de verlo como algo ͞normal͟. El normalizar los actos de corrupción o la ilegalidad, nos ha llevado a tener los grandes problemas de este país de los que tanto hablamos.

Todos los ciudadanos estamos hartos de ver los escándalos políticos o los cínicos actos de corrupción en México. Pero pocas veces hemos visto actos que generan puntos de inflexión para cambiar las cosas. Pero también debemos reconocer que estos escándalos han generado grandes acciones. Ejemplo: el caso de la Casa Blanca del presidente Peña Nieto derivo a que el enojo social se transformara en un movimiento llamado 3de3 que posteriormente se convirtió en el Sistema Nacional Anticorrupción que hoy se implementa en los 32 estados del país.

Tenemos que encausar ese enojo social en acciones que transformadoras. Esta lucha que emprendió la ciudadanía de chihuahua a través de nuestro gobernador debe terminar en modificaciones a la ley que hagan mas transparente, justa y blinde de corrupción el proceso de asignación de recursos a los estados para evitar su uso con fines de control político.

En lo personal, creo que me tocara vivir en un mejor país donde mas personas tengan las mismas oportunidades para salir adelante y una mejor calidad de vida. Estoy consiente que esto solo lo lograremos si logramos combatir la corrupción y la impunidad. Pero también estoy seguro que pertenezco a una generación que no se queda callada ante las injusticias, que lucha por un bien común y que esta dispuesta a sacrificar cosas para lograr un bien común. Por eso, estas acciones nos inspiran a avanzar porque vemos un rayo de esperanza de lo que podemos lograr.

Siente la energía y el poder de una ciudadanía unida luchando por un interés común, y te darás cuenta que eso que vemos imposible, no lo es; y ese Goliat lo veras chico.