Por Tom Pich

Pronto se está transformando el ciudadano “Mid” en un verdadero “Prinosaurio”, más como carece del pedigri priista, es más bien un “Mid-dosaurio”. Hasta ahora no ha mostrado capacidad para volar alto, razón por la que por más refuerzos que recibe, nomás “no despega”. Lo que sí se ve cada vez más claro, es que tiene la habilidad para “hacerse de la vista gorda”, pues ante las tropelías que se cometieron en el lapso que estuvo al frente de la SEDESOL, hace “como que no vio nada”. Ciertamente, habría que darle el beneficio de la duda: “Es o se hace p…”

Su misión inicial fue la de ser algo parecido a un maquillaje, para tapar las imperfecciones de la clase política priista, que mal goberno México en el sexenio que ya casi termina. Fue algo así como una “mascarilla”, que intento cubrir el rostro cleptocrata del PRI, para darle un rostro de honestidad ciudadana. Sin embargo pocos creen que dicha mascarada sea real, pues junto a él va el mapacherio y la cleptocracia en pleno, lastre que junto a su inexperiencia política, le ha impedido volar alto durante su precampaña y parece ser que en la intercampaña también.

En el fondo, todo parece indicar que su talante de ciudadano no será suficiente para que -en caso de llegar a ser presidente de la República- conduzca por la ruta de la transparencia, el buen gobierno, la justicia y la honestidad, a la administarción pública de la República Mexicana, pues aunque no lo diga, cada vez muestra más de lo que no es capaz: cortar el cordón umbilical con el priismo y su jefe máximo: Enrique Peña Nieto.