EL FINAL FELIZ DE LOS MIGRANTES
Por René Mondragón.-
ACLARANDO
Aunque este escribano no se refiera en la presente entrega, específicamente a los migrantes que murieron calcinados en una cárcel, mal llamada “refugio” del Instituto Nacional de Migración que depende de Adán Augusto López en coordinación con Marcelo Ebrard, también los involucra.
Esta vez, se trata de contextualizar el otro muy lamentable suceso, nuevamente con migrantes –lo que supone una red muy bien conectada “arriba”, de un cártel de tráfico de personas- en donde participaron los gobiernos de Guanajuato y San Luis Potosí, aunque la federación volvió a brillar por su ausencia, si es que en algún momento la ausencia pudiese llegar a brillar.
Los reporteros de Reforma Jorge Ricardo y Benito Jiménez, dieron cuenta de un hecho que vuelve a llamar la atención de los mexicanos –de la autoridad federal no- sobre lo que rodea estas condiciones.
SOSPECHOSISMOS
Se supuso al inicio que habrían de rescatar a 23 personas secuestradas. Pues no. Resultaron contabilizados más de 120 personas plagiadas.
Aplausos para los rescatistas en un operativo al estilo Rambo mezclado con Chabelo y Pepito contra los monstruos.
La realidad, como dice la nota de Reforma, es que después del despliegue alcanzado, no hay un solo detenido. Como dijera William Shakespeare: “How do you see from there”, que significa “¿Cómo la ven desde a’i”?
Es increíble que en una zona despoblada, con vehículos terrestres y por aire, con armas que harían palidecer a Putin… Pues, no agarraron a nadie.
Lo que este hecho deja en el aire una pregunta: ¿Los malandros habrán recibido un aviso con suficiente anticipación como para borrarse de la escena?
Como bien señalan los reporteros, puede suponerse con enorme certeza de que los plagiarios de esos migrantes, actúan protegidos por un anillo policial de alto nivel, lo que les permitió desaparecer con ranquilidad.
Eso podría concluir con el clásico “qué padre que no los quemaron ni les pasó nada más”, y así, todos felices para siempre. Sin embargo, existen referencias de que la célula de tráfico de personas está fuertemente vinculada al Cártel del Golfo, personajes a los que cada día los llenan de abrazos y los acusan con su abuelita para que se porten bien.
Son de esos mala-entraña a los que el presidente mexicano les juró y perjuró que abandonarían las armas, los secuestros, las extorsiones y el delito, para subirse a un tractor y ponerse a labrar la tierra. No lo han hecho, seguramente por falta de su permiso para conducir.
Como dijo el Senador Damián Zepeda, amplias zonas del país están dominadas por el crimen organizado. Y desde Palacio no se ven.
Por eso, como bien señala la Senadora Alejandra Reynoso, lo que urge es que toda la sociedad –a falta de una autoridad que actúe- es que las familias, los diversos liderazgos empresariales, académicos y religiosos; y las organizaciones de la sociedad civil, además de quienes tenemos el enorme privilegio de que nuestra casa editora nos regale inmerecidamente un espacio, empecemos ya a trabajar en las Jornadas por la Paz. ¡Ese es el camino… la construcción de la Paz! Solo así podremos tener un final feliz.