Salvador I. Reding Vidaña.- Dijo Amlo que el plan C es ganar las elecciones de 2024. Pero en realidad eso es un propósito, un objetivo. El verdadero plan C es la enorme maquinación que están comenzando a preparar para arrebatar esa elección, a como les de lugar y al costo que sea. Hay muy razonables sospechas de que el peje quiere quedarse con la presidencia y con el congreso, pasando sobre la voluntad ciudadana, pero sobre todo sobre las leyes de la materia; aplicaría eso que dijo “y no me vengan con el cuento de que la ley es la ley”. Habiendo cooptado a los altos mandos militares, podemos esperar que lo apoyen, y que seguramente desearán continuar con sus beneficios de poder y dinero, lo que nos hace también sospechar de un posible golpe de Estado.

Las trampas ya conocidas para comprar la voluntad de millones de ciudadanos con regalos de dinero y la amenaza de quitárselos, se dará a mayor escala. La agresión y acusaciones penales contra sus “adversarios” pueden ser utilizadas muy ampliamente. Es muy fácil hacerlo y hasta después, tras la elección, darles marcha atrás, habiendo cumplido su efecto, como lo hicieron con Ricardo Anaya.

Para manipular los procesos electorales, volverá a atacar al INE y a tratar de desbaratarlo y atarlo de manos, para poder operar las trampas con los menores problemas posibles. Y también tratar de ocultar lo más posible el uso de los dineros públicos, reduciendo aún más la transparencia.

Los cárteles de la delincuencia organizada, que ya ha utilizado en elecciones anteriores, podrá utilizarlos más ampliamente, para amedrentar a los votantes con matarlos si no votan por Morena. Cada vez más los delincuentes han ampliado su poder sobre grandes zonas del país, y en el contubernio evidente que tienen con Amlo, podrán apoyarlo de la peor manera posible. Más amenazas, más secuestros y asesinatos de candidatos y de operadores políticos, y de periodistas.

Pero, sobre todo, la delincuencia amafiada con Amlo, podrá a su disposición, de nuevo y en mayor medida, millones de dólares para gastar en campañas y todas las medidas que le sirvan para nulificar o reducir, en lo posible, la tarea política y de campañas de la oposición y de sus críticos.

El tal plan C ya debe estar en preparación, y se irá perfeccionando con los meses, y, claro, puesto en operación. No dejarán, Amlo y sus aliados y súbditos, pasar el tiempo para hacer lo que requieren para quedarse con el poder en 2024, por lo que se irán viendo acciones de sabotaje, ataques y dispendio de medios. De alguna manera, Amlo lo ha hecho desde hace años en cuanto ha podido. Y le falló en mucho en 2021, que no se lo esperaba, así que todo lo necesario lo van a amplificar, tras esa experiencia de las elecciones intermedias. Incluyendo los buenos resultados que obtuvieron en elecciones locales, de gubernaturas y municipalidades.

Hay que prepararse, como ciudadanía consciente, para enfrentar toda esa andanada de criminalidades, ilegalidades y manipulación de voluntades para 2024. Amlo, efectivamente, quiere ganar a como dé lugar, para él y para su grupo en Morena. Hay, sabemos, un chisme de que dijo que se va a reelegir, y bien puede intentarlo, sobre lo que dice la Constitución de la Unión, o al menos poner a un operador subordinado a sus órdenes. Hay que estar preparados, como ciudadanos, organizaciones sociales, partidos, academia y medios de comunicación, para lo que se puede esperar en los procesos electorales de 2024.

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