BESTIALIDAD Y HUMANIZACIÓN / Por Alfonso Bravo
El lunes de esta semana los medios de comunicación dieron cuenta del cobarde asesinato de un Juez mientras hacía ejercicio cerca de su casa en Metepec, más tarde nos enterábamos de un hombre que después de una discusión atropelló a una familia en Azcapotzalco, después de 7 personas encontradas en Tlaquepaque mutiladas de las manos. Esto en un solo día en nuestra querida y dolida Patria.
Si hacemos un pequeñísimo ejercicio de memoria respecto de las noticias más relevantes de este año encontraremos matanzas, actos terroristas, feminicidios, secuestros y mejor le paro en el recuento ya que podríamos escribir muchas páginas de los horrores que hoy se viven en el mundo.
Al escribir estas líneas recuerdo que hace unos días uno de mis hijos me platicó que en su clase en segundo de secundaria se trató el triste incidente en el zoológico de Cincinnati donde al caer un niño en la jaula de un gorila se sacrificó al animal para salvar la vida del niño, la mayoría de los comentarios hechos en el salón fueron reprobando el sacrificio de la bestia ya que es de una especie en peligro de extinción y en cambio si el niño moría no se perdía mucho ya que personas hay muchas, también recuerdo como ante la muerte del torero Victor Barrio en julio pasado se pudo leer en redes sociales mensajes de regocijo por la muerte de esta persona.
¿Cómo es posible que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos inicie una queja de oficio por la muerte de primate Bantu en Chapultepec pero no por los miles de restos humanos que se encuentran en fosas Clandestinas?
En la sociedad de hoy se está acostumbrando a ver actos de barbarie en contra de las personas como si nada pasara, pero prohíbe a los animales en los circos por que reciben un trato inhumano.
Sin dejar de reconocer que se debe dar un respeto un trato adecuado a los animales de acuerdo con su naturaleza, así como debe de existir un cuidado de los bosques y las selvas, no podemos darles un valor mayor a las bestias que a las personas.
Hoy se necesita humanizar más a las personas para revertir la bestialidad en la que nos encontramos, desde la familia hay que educar en el reconocimiento y respeto de la dignidad de la persona humana, en una libertad que tenga como límite el no pasar sobre los demás, en la solidaridad como medio para solucionar los problemas comunes, en la responsabilidad donde cada quien asuma las consecuencias de sus acciones.
¿Qué nos dejó la semana pasada? Para quienes somos parte de la Iglesia Católica y mexicanos es una gran bendición y motivo de alegría la canonización de San José Sánchez del Río el niño cristero.
Alfonso Bravo Twitter @Poncho_Bravo Facebook AlfonsoBravoAM