EL MÉXICO QUE SE NOS VIENE… Por Esther Quintana
Si llorando se pudiera cambiar el derrotero de nuestro país, inscrito por un individuo ávido de poder, no pararía de hacerlo; si recordándole a su progenitora y lanzándole todos los insultos en lengua castellana o extranjera se pudiera detener la debacle que arrastra a México, dedicaría las 24 horas del horas del día a esa tarea; si con memes en los que se le ridiculiza y se exhiben los despropósitos que lleva a cabo per se o vía sus súbditos, les pediría a mis amigos que se les da este género de expresión que se volcaran en ello, pero nada de esto sirve, pero NADA, para ponerle un hasta aquí a la perversión que lo alienta. Estoy convencida de que se acuesta y se levanta elucubrando como joder a México. Y es que tiene tanto poder, que puede hacerlo con la mano en la cintura. Micky Huidobro, el bajista de la banda Molotov lo dice con claridad meridiana en una de sus rolas: “Si le das más poder al poder, más duro te van a venir a joder”. Yo no digo que la haya escrito con dedicatoria al personajazo, pero le va de “pelos”, como dicen los muchachos.
Yo no sé si es maldición, o genética, o como usted quiera llamarle, pero se repite una y otra vez en los pueblos latinoamericanos esa debilidad infausta de votar a lo pen…o de plano ni siquiera acudir a las urnas, y con ello abrirles la puerta a una suerte de sinvergüenzas, sin patria ni patria, que solo llegan a embolsarse para ellos, para toda su descendencia y recua de lamesuelas, el dinero público, y sin sanción alguna lo gozan y lo requete gozan… y la suerte de país les importa un bledo ¿Y qué? La historia se repite una y otra vez. Y en campaña se solazan ofreciendo el oro y el moro, y la gente les compra las promesas, y toda la sarta de mentiras…
¿Y qué? Cuando se levantan encuestas y se le pregunta a la población si confían en sus políticos, el grueso contesta que NO, y algunos hasta aderezan las respuestas con mentadas de madre. En México, la mayoría manifiesta que no confía ni en los políticos ni en los partidos. En junio pasado, de acuerdo a la información vertida por el INE, se emitieron 60 millones 115 mil 184 votos, lo que representa el 61.04 % de participación de la ciudadanía inscrita en la Lista Nominal de Electores. De esta votación, Jorge Álvarez Máynez, del partido Movimiento Ciudadano, obtuvo 6 millones 204 mil 710 votos (10.3213 %), Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz, de la coalición “Fuerza y Corazón por México”: 16 millones 502 mil 697 votos (27.4517 %) y Claudia Sheinbaum Pardo, de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”: 35 millones 924 mil 519 votos (59.7594 %). Morena y sus aliados obtuvo más votos que su antecesor. ¿Explicación? No hay que devanarse los sesos. “Poderoso caballero es don dinero”, apunta el viejo adagio, y sigue funcionando.
El reparto de dádivas durante el sexenio, vía “programas sociales”, le funciona a cualquier gobierno, eso está más que probado, y cuando digo a cualquier gobierno, es textual, no importan ni la ineficiencia ni la ineficacia del mismo. El listado de las que arrastra el presente régimen, está a la vista, en tres renglones BÁSICOS, como son la seguridad pública, la salud y la educación, está reprobado. Y no es mala leche, es que está REPROBADO. Amén de todas las demás, verbi gratia, el desmoronamiento de la división de poderes, la desaparición de los órganos creados como contrapeso al poder ejecutivo como respuesta a la desmesura de las facultades de éste, la militarización de la seguridad pública -en palabras llanas, el ejército encargado de esta, cuando su función es salvaguardar la seguridad nacional- , cuando en campaña prometió que los iba a sacar de las calles. Las obras faraónicas como el tren maya, la refinería de Dos Bocas, el aeropuerto Felipe Ángeles, carísimas y sin justificación alguna, salvo el capricho del que mandó a que se hicieran; la primera y la segunda las declaró inconstitucionales la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ahí se engendró el encono. Va contra toda lógica votar por la ratificación de semejante ultraje. Pues sucedió. Gracias, repito, a los acostumbrados a que los traten como objetos, gracias también a los que sufragan por desconocidos, porque su indolencia no les da para informarse quién es quién, y sin duda, gracias a los 37 millones, 368, 614 valemadristas, que se quedaron sin ir a cumplir con su OBLIGACIÓN CIUDADANA el 2 de junio. Otro gallo nos cantaba si se hubieran ocupado del destino de SU PAÍS.
No existe en México, ni un solo equilibrio, NI UNO, para contener el poder hegemónico del movimiento, que no partido, que hoy tiene en su poder a nuestra patria. Es increíble que si en este país nuestro no se confía ni en los políticos, ni en los partidos, se le haya entregado el poder, todo el poder, a uno. Cuando un gobierno disuelve la división de poderes, dispone de la fuerza pública a su antojo, monopoliza los medios de comunicación –ordena que comunicadores se quedan y quienes se van-, hace cera y pabilo con los servicios públicos de salud, de educación, y de ahí “pa delante”, los ciudadanos ya valimos queso, nos convierten en monigotes, ya no somos ciudadanos, para que quede más claro, ya no somos libres. “Si le das más poder al poder, más duro te van a venir a joder”. Huidobro…que razón tienes.
La reforma judicial va a ser juego de niños, comparada con todo lo que le van a hacerle al país teniendo la mayoría calificada en la Cámara de Senadores. El grueso de la mayoría calificada en ambas cámaras está conformada por gente salida de las tómbolas, que no tiene ni idea del trabajo parlamentario, igualito que los hijos o hijas de incondicionales del mandamás, que de la nada se convierten en diputados o senadores, por renegados de partidos políticos que les negaron un hueso, u otras diferencias. Por cierto, y esto me lo contaron, entre esos renegados hay uno que en sus inicios, cuando era diputado local, publicaba una revista, hasta eso, con contenido interesante, porque el tipo es un hombre instruido, vale subrayar que también es vanidoso entre los vanidosos, ya verá porque viene a cuento esto último. Se le ocurrió, valiéndose del medio en cuestión, invitar a los leyentes a que eligieran al “hombre del año”… ¿Y qué creen? Él tuvo un empate en primerísimo lugar con el Papa Juan Pablo II. El segundo lugar se los debo.
Cuando el poder se concentra en una sola fuerza nace la dictadura. Ejemplos hay al por mayor. Vuelva la vista al cono sur…