Por Augusto Díaz

Quienes bajaron la guardia, nadaron de muertito o traicionaron, seguramente dan crédito total a las encuestas que durante todo el proceso electoral se publicaron.

Al respecto, Rubén Aguilar, en una colaboración publicada el 27 de junio en El Economista afirma que “La moneda está en el aire”. ( El Economista 27 de junio de 2018)

Sustenta su dicho argumentando que todas las encuestas son estudios probabilísticos y no predicciones ds lo que va a suceder. “Por eso, con mucha frecuencia, la realidad ocurre de manera distinta a lo que señalaban las probabilidades. En estos días hay casos muy sonados de ese desencuentro” dice.

Y ennumera como muestra de ello “los resultados de las elecciones en Estados Unidos y en Costa Rica, el Brexit en Gran Bretaña y el plebiscito por la paz en Colombia. En el caso de México, lo que ocurrió en las elecciones en Chihuahua, Tamaulipas, Durango y Quintana Roo”.

Rubén Aguilar menciona en su colaboración, un análisis que el equipo de campaña de Por México al Frente encargó a un equipo de especialistas, buscando poner a la vista el margen de error propios de las encuestas.

Lo primero que salta a la vista es que no existe el afán de hacer afirmaciones temerarias como decir que Anaya está en primer lugar, a diferencia del equipo de Meade, que contra todas las evidencias lo autoproclaman como quien ya están en primer lugar.

Al referirse al resultado de la investigación dan los siguientes resultados: Andrés Manuel López Obrador obtiene 31.6% de los votos; Ricardo Anaya, 27.8%; José Antonio Meade, 19.9%; Jaime Rodríguez, 7.4%, y los indecisos suman 13.3 por ciento. La diferencia entre el primer y el segundo lugar es de 3.8 puntos. Lo que arroja un empate técnico entre los dos candidatos punteros.

Rubén Aguilar concluye su nota asegurando que “el día de la elección, dentro de cuatro días, la diferencia la hará el voto de los indecisos y el voto útil que está en diversos grupos del electorado, que se van a decidir por Ricardo Anaya. El 1 de julio lo sabremos”.

Coincidentemente, Leo Zuckermann, afirma que aunque en su modelo de Oraculus, la mayor probabilidad de triunfo la tiene Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya no está descartado de la posibilidad de alcanzar la presidencia de la República. “A tres días de ir a votar, ¿quiere decir esto que este arroz ya se coció, que ya ganó López Obrador o que, como dijo la presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky, la elección ya es un mero trámite? La respuesta es no. Como me lo propuse a principios de esta campaña, seguiré repitiendo, hasta el último día antes de la elección, que una probabilidad baja no es una probabilidad nula. Las probabilidades bajas pueden acabar sucediendo en la realidad.

Concluyendo como dice el título de la nota de opinión de Rubén Aguilar: La moneda está en el aire, AMLO no tiene nada seguro, Anaya puede triunfar este 1 de julio.