Con los votos del PAN
Por Augusto Díaz.-
Dos botones de muestra: Juan Zepeda y Juan Hugo de la Rosa.
Con cierta deferencia en sus discursos, Juan Hugo de la Rosa y el rockstar, Juan Zepeda, le concedieron al PAN el beneficio de la duda, acerca de la importancia de los votos que este le podía aportar a sus respectivas candidaturas. La suposición es que por ellos mismos obtendrían los votos para ganar y que el partido albiazul solo les daría un extra. En otras palabras, parecía que le estaban haciendo el favor a Acción Nacional.
Pero resultó al revés. Sin los votos del Partido Acción Nacional, De la Rosa habría sucumbido ante Morena en Nezahualcóyotl, el 6.1 por ciento de la votación panista le salvó el pellejo.
Y en el caso del virtual senador, Juan Zepeda, lo que recibió de aportación a su candidatura fue prácticamente el doble de lo que obtuvo por parte de su partido, para alcanzar el triunfo.
En varios editoriales el comentario acerca del PRD es que este partido estaba prácticamente muerto a nivel nacional y que la alianza con Acción Nacional le representaba un tanque de oxigeno para salir de su agonía y así fue. El sol azteca ente se eclipsó.
Los mítines no votan.
Pese a las espectaculares concentraciones que el partido del Sol Azteca organizó durante a pasada campaña, el destino los alcanzó. Y el ídolo que ellos ayudaron a crear los aplastó. Ciertamente Andrés Manuel López Obrador no fue promovido en la propaganda de los amarillos, pero por debajo del agua dejaron que corriera entre sus bases la idea del voto cruzado a favor de AMLO –y en consecuencia en contra de Anaya. Jugada riesgosa que en Nezahualcóyotl casi les cuesta la presidencia del Ayuntamiento en las urnas.
Como lo he dicho en otras notas. A Ricardo Anaya prácticamente no lo promovieron entre el electorado las cúpulas y la militancia del PRD en el Estado de México y específicamente en Neza, un PAN desarticulado poco pudo hacer por su candidato presidencial. Es más, también ocurrió que en una especie de Harakiri, hubo militantes “panistas indignados” que votaron por Morena.
Conclusión:
¿Le sirve de algo al PAN conservar un aliado que le traicionó? Y que finalmente sólo se aprovechó del capital político, de los votantes fieles, votos que indirectamente le sumaron a dos personajes absolutamente desleales.