Editorial.- Ante el próximo cambio de dirigencia estatal, los panistas mexiquenses tenemos ante nosotros tres propuestas: José Luis Durán, Jorge Inzunza y Oscar Sánchez, todos ellos panistas con larga esperiencia y trayectoria partidista, quienes han recorrido el estado explicando por que cada uno de ellos considera que debe ser presidente estatal de Acción Nacional. Todos ellos son políticos profesionales y tienen experiencia en diferentes facetas de la política. Los tres han sido legisladores, dos de ellos han sido dirigentes estatales, solo uno ha sido dos veces alcalde.

Como se puede ver en las líneas anteriores, quienes compiten no son políticos improvisados. Por lo cual los panistas del Edomex tenemos la posibilidad no solo de escuchar lo que proponen, sino de revisar lo que han hecho, sus resultados, sus trayectorias en la vida pública, así como sus errores y omisiones, pues de ninguno de los tres puede decirse que esté absolutamente libre haber tenido fallas.

Ha continuación presentamos algunas de las cosas que más se expresan acerca de lo que la militancia del Partido Acción Nacional considera se requiere para la renovación del partido.

El PAN del Estado de México tiene en el futuro inmediato el reto de remontar el nivel de votación que obtuvo en este año (2018). Lo cual significa reposicionar su imagen frente a Morena, sin dejar de lado que el PRI aún representa un obstáculo importante, debido a que aún conserva el gobierno del Estado. Y también signifca que este es el momento de arrancar la campaña rumbo al 2022.

Para superar el reto anterior el PANismo del Edomex, debe buscar un contacto más amplio y profundo con la ciudadanía, lo cual implica mayor comunicación y presencia en las comunidades. El PAN debe tomar las banderas de las necesidades sentidas de la población y convertirse en un eficiente gestor de soluciones reales. Los panistas debemos bajarnos de la banqueta y ensuciarnos los zapatos, para organizar a la gente.

Y como lo dice Carlos Castillo López, un paso necesario es la reconciliación entre los panistas, entre las dirigencias y la militancia en cada municipio. Asi mismo, los militantes del PAN deben reencontrarse con su identidad, con los principios de la doctrina panista y con la práctica de la política humanista, tanto al interior de AN, como hacia afuera del mismo.

Hablar de la práctica del humanismo político, implica hablar de la honestidad, como sello que distingue a los políticos de AN de los de cualquier otro partido. Implica también hablar de la calidad en la ejecución de las acciones legislativas, de gobierno o de dirección del partido. Significa también hablar de  la sencilles y la cercanía auténtica con todo tipo de personas.  

La democratización del partido es una necesidad imperiosa para la recomposición de Acción Nacional. El panismo reclama la vuelta a la vida democrática dentro de Acción Nacional, misma que se vivía en las elecciones en asambleas, tanto para elegir a sus dirigentes, como para elegir a sus candidatos. La ausencia de esta condición ha llevado a que en muchos lugares del Estado de México, se sostengan a “liderazgos” cuya única “virtud” es tener buenas “palancas” entre las elites del partido.

Estas exigencias, que a la vez son retos, forman parte de lo que debe corregirse en Acción Nacional. Por otro lado deberían ser parte de las propuestas, que quienes aspiran a dirigir al partido deben delinear con claridad, demostrando que no solo son buenas intenciones o pura palabrería, sino que además son soluciones viables. 

Seguramente hay más exigencias del panismo a sus dirigentes. Si los lectores de esta nota lo desean, pueden darnoslas a conocer para hacerlas visibles a los ojos de quienes aspiran a dirigir a nuestro instituto político.