Por Tom Pich.- “Me canso ganso” es la “frase célebre”  del filosofo y héroe nacional Tin Tán, que el presidente AMLO ha utilizado para asegurar que varias cosas que se ha propuesto las va a lograr. El “me canso ganso” en ocasiones la usa para sustituir la expresión lo haré “a producto de gallina”, o como reza aquella afirmación más elaborada que dice: “aquí los huevos no son al gusto, sino a huevo”, por que, como ya lo ha dicho, él tiene el poder en sus manos.

“Me canso ganso”, “me canso ganso” ha repetido ya en varias ocasiones, incluso el día de su toma de posesión en el Palacio Legislativo de San Lázaro, cuando aseguró que en el Istmo de Tehuantepec se abrirá un corredor económico para comunicar más fácilmente a las naciones asiáticas con la costa este de Estados Unidos. “En tres años estará funcionando. Me canso ganso”, sentenció.  Igualmente cuando habló del proyecto turístico de la ruta del Tren Maya, dijo que se construirá aunque tenga críticas sobre su funcionamiento. “Les guste o no les guste a nuestros adversarios”, enfatizó, “vamos a construir el Tren Maya. Me canso ganso”.

Dada la forma en que ha ido penduleando en sus decisiones, quizá debía agregar al “me canso ganso”, el “me hago pato”, con lo cual completaría un triada de animales que se sienten comodos en el agua: el ganso, el pato y el pejelargarto. Como no le gusta que le digan lagarto y sí que le digan Peje, respetuoso de su investidura presidencial concluyo que el presidente AMLO es un “Pejepatganso”, una especie de alebrije.

El punto es que ojalá no se nos canse el ganso, y que aunque le guste el agua, no se le ocurra “hacerse pato” y nadar de muertito cuando haya cosas que no le salgan, ni que se ponga a tirar tierra para todos lados como las gallinas, para echarle la culpa a todos de sus errores, equivocaciones y limitaciones, lo cual en mayor o menor grado sucederá… “¡me canso ganso!”