Por Tomás Pichardo.- Después de 12 años, en 2018, el expresidente nacional del PAN reapareció en el escenario político mexicano convertido en un fiel seguidor del entonces candidato a presidente de la República Andrés Manuel López Obrador.

En febrero de 2018, siendo parte del movimiento Ruta 5 de Manuel Espino, Martínez Cázares ya como aliado del tabasqueño, aseguraba que no iría a Morena y que no buscaría ser senador. Hoy, en 2019, es senador y declara con total convicción que seguirá siendo parte de Morena.

En 2006, Germán pintaba una imagen de AMLO como un político violento declarando a los medios: “Responsabilizamos al señor Andrés Manuel López Obrador de cualquier violencia que se genere en las 300 oficinas distritales del IFE. Él y nadie más es el responsable de cualquier presión, de cualquier violencia y de cualquier daño que sufran las personas que acudan a las juntas distritales”. En ese mismo año señaló al hoy presidente de la República como “Incapaz, opaco, mentiroso”.

Pero todo esto quedó atrás, y ahora, además de considerarse un soldado de López Obrador, menciona que sigue al lado de él por “La vocación de igualdad, decencia y hasta de moralidad del presidente”.

¡Cómo ha cambiado Germán!. En su carta de renuncia a la dirección del IMSS, entre sus argumentos más fuertes estaba su sensibilidad hacia la indefensión de los usuarios de este Instituto y el daño que les causan los recortes al presupuesto en materia de salud, ejecutados desde hacienda por los “duendes hacendarios”. Quienes lo recuerdan como presidente nacional del PAN, comentan que además de usar un elevador exclusivo para él, nunca les dirigía la palabra ni el saludo a los empleados de este instituto político. Y eso que era presidente de un partido humanista.

¡Cómo ha cambiado Germán!.