Ciudad de México, a 27 de junio de 2019.- En política migratoria, el gobierno se traicionó a sí mismo: empezó ofreciendo visas de trabajo y paso libre a Estados Unidos y, en menos de seis meses, terminó persiguiendo y encarcelando migrantes, peor que si fueran cabezas del narcotráfico, a las cuales, por cierto, se les dejó el campo libre desde enero pasado.

Así lo afirmó el vocero del Partido Acción Nacional, Fernando Herrera Ávila, quien destacó que ahora el gobierno mexicano “no sólo le hace el trabajo sucio a Estados Unidos, sino que destina para ello a más personal de campo que todos los miembros de la Patrulla Fronteriza estadounidense, incluidos los empleados administrativos”.

Bastó un manotazo de Donald Trump, agregó, para que los migrantes se convirtieran en el enemigo público número uno del gobierno mexicano. “Hay 26 mil soldados y policías federales, sin contar los inspectores de Migración, vigilando las dos fronteras para evitar que los migrantes ingresen a Estados Unidos”, puntualizó.

Esa cifra, comparó, es superior al número de elementos que integran la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, alrededor de 21 mil, incluidos los empleados administrativos.

El vocero de Acción Nacional manifestó que el trato dado a los migrantes contrasta fuertemente con la lucha contra el narcotráfico. Los jefes del narcotráfico pueden pasear tranquilos, explicó, desde que el presidente López Obrador declaró en enero pasado que “ya no se han detenido capos porque ya no es esa nuestra función principal” .

En cambio, los indocumentados tienen enfrente, según informó el secretario de la Defensa Nacional, general Luis Cresencio Sandoval, “al menos 26 mil elementos de las fuerzas armadas y la Guardia Nacional”. Es decir, interpretó el vocero, para el gobierno son más peligrosos los migrantes que los narcotraficantes.