La bendita prensa
Por Tom Pich.- Una de las libertades más preciadas para la sociedad es la libertad de expresión. Una grave amenaza a dicha libertad es la censura y peor aún: la autocensura.
Antes se solía decir de la prensa que apoyaba al poder en turno “prensa vendida”. En la era de la 4t también hay prensa proclive al presidente, solo que parece no ser una “prensa vendida”, más bien da la impresión de ser una “prensa regalada”, aunque -aclaro- sólo parece.
Una actitud que empezó a hacerse cada vez más notorio por parte de la prensa escrita de México fue la autocensura. Los titulares destacados en los diarios mexicanos comenzaron a ser muy complacientes, como si no quisieran molestar al poderoso y popular presidente, otros más mesurados simplemente informan y pocos, muy pocos publicaban titulares críticos o negativos.
La prensa que AMLO quiere debe ser acrítica de las acciones de su gobierno, NO SEÑALAR NUNCA QUE TIENE ERRORES; propagandista de sus decisiones -sean buenas o malas, debe ser una prensa FOCALISIADA, que le aplauda en todo momento y que se autosensure, para cuidar de no tocar ni con el roce de una coma al señor presidente.
Este hecho lo han hecho notar quienes critican a periodistas que acuden a la “mañaneras” con una actitud francamente salamera o simplemente acrítica, haciendo preguntas facilonas para que el Presidente López O. se luzca. Afortunadamente no todos son así. El caso más sonado fue el de Jorge Ramos, quien se presentó en una conferencia, para cuestionar al mandatario de una manera inusual. Otro momento relevante fue cuando una periodista quintanaroense encaró a AMLO por no decir la verdad en el caso de la crisis del sargaso.
Fiel a su estilo, López Obrador ya catalogó a los periodistas: a los periodistas representantes de esa la focalisiada, López Obrador los llamó: periodistas prudentes. Por contraparte a los periodistas críticos, los calificó como “Hampa del periodismo”.
Concluyendo, lo que AMLO quiere es una prensa sometida, cuyos reporteros vayan en calidad de focas aplaudidoras o de plano esten en sus mañaneras como floreros. Esa es para el peje del ejecutivo la bendita prensa.