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Desaparecer al CONEVAL, nuevo ataque a la democracia: diputado Romero Hicks

Ciudad de México, 28 de julio de 2019.- Ante las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador respecto a que su gobierno no descarta desaparecer al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), por tratarse de un organismo “oneroso” y “sin beneficio”, cuyo trabajo puede ser asumido por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional, Juan Carlos Romero Hicks, señaló lo siguiente:

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social es un organismo constitucionalmente autónomo que realiza dos funciones sustantivas para los mexicanos: Evalúa la política social y mide la pobreza en el país.

Gracias a su trabajo, se estandarizó la medición de la pobreza, se profundizó en el entendimiento de sus causas y se incorporó en los ciclos de la política pública mexicana el componente de la evaluación hasta el grado de institucionalizarlo en la mayoría de los programas.

A través del CONEVAL se ha logrado dar una orientación técnica a la política social, dirigida a resultados, minimizando el uso político y los márgenes de discrecionalidad de quienes la ejecutan. Por ello, su autonomía y su funcionamiento son cruciales para la administración pública.

De esta manera se ha hecho posible que los ciudadanos podamos conocer si los responsables de operar las políticas gubernamentales están cumpliendo con su obligación. Al evaluar la política social el CONEVAL minimiza su uso político y acorta los márgenes de discrecionalidad de quienes la ejecutan, fungiendo como un mecanismo de contrapeso y rendición de cuentas.

Por lo tanto, es bastante objetable señalar que el INEGI puede realizar las funciones que el CONEVAL lleva a cabo, cuando éste, entre otras cosas, se mantiene atento a la actuación del INEGI en materia de medición del ingreso.

Si bien es cierto que el INEGI produce información de interés para el desarrollo nacional, incluida la referida a la distribución del ingreso, el organismo encargado de la medición de la pobreza es el CONEVAL.

En Acción Nacional reconocemos la importante tarea del INEGI al suministrar a la sociedad y al Estado información de calidad, pertinente, veraz y oportuna, a efecto de coadyuvar al desarrollo nacional. Pero somos capaces de reconocer también que estas tareas son esencialmente distintas a las de establecer los lineamientos y criterios para la definición, identificación y medición de la pobreza, garantizando la transparencia, objetividad y rigor técnico en dicha actividad.

No es lo mismo producir información que procesarla. El CONEVAL ha impulsado la cultura de la evaluación en los estados del país mediante el uso de la evidencia; ha dotado de herramientas útiles a los legisladores para la toma de decisiones en la conformación del Presupuesto de Egresos de la Federación y a la Auditoría Superior de la Federación en la evaluación del ejercicio del gasto público.

Tanto INEGI como CONEVAL son instituciones de prestigio internacional, cuyas funciones se complementan en un sistema de pesos y contrapesos. Basta recordar que CONEVAL fue la primera instancia que reaccionó ante un cambio en la metodología del INEGI para medir el ingreso. De no haberlo hecho, este cambio hubiera roto con la continuidad y comparabilidad de las cifras de pobreza y habría generado una falsa y equivocada idea de su reducción.

Para Acción Nacional es claro que este gobierno quiere desaparecer al CONEVAL para hacer de la política contra la pobreza el patrimonio del Presidente y de su partido MORENA, y así capitalizarlo a su conveniencia. Tal como lo hizo con el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y la política educativa del país.

Con estas acciones corremos el riesgo de regresar a esas épocas en las que había tantas mediciones de pobreza que los gobiernos escondían su ineficacia en esta confusión, por lo que la desaparición del CONEVAL abre la puerta a diversos riesgos, donde el mayor de ellos es la politización de la política social.

“No debemos permitirnos como sociedad democrática perder al CONEVAL en el tránsito de este nuevo gobierno”, aseguró el Diputado Romero Hicks.

“Con sus pretensiones el mensaje que envía el Presidente de la República a la sociedad es que no le gusta que lo evalúen con bases científicas; que poco entiende de la importancia de la información y que sólo le interesa aumentar sus clientelas políticas”.

“La intención de desaparecer al CONEVAL nos lleva a levantar la voz y asegurar que en México no estamos para debilitar instituciones de calidad y relevancia, menos ahora que está en riesgo el sostenimiento del país”, finalizó.