Por Ángel Rodríguez.- Como he dicho en otros artículos, generalmente la izquierda a nivel mundial no tiene una propuesta política, social ni mucho menos económica. En lo político, le estorban las instituciones del Estado, en lo social pues tenemos el ejemplo del homofóbico Che Guevara y la comunidad LGBITT.
En lo económico podrían ser como los Demócratas en Estados Unidos, aumentar el gasto junto con los impuestos, pero ni eso. Es por ello que la izquierda se maneja con clichés que repiten al mero estilo del Ministro Propaganda Nazi, Josep Göbbels, hasta hacerlos ciertos.

Así vemos que Luiz Inácio Lula da Silva, en Brasil, hablaba de los “cousinhas” al referirse a las clases medias y altas, Pablo Iglesias, en España, cuando se expresa de ellos se refiere a la Casta, el dictador venezolano Hugo Rafael Chávez Frías les llamaba burguesía o burgueses, su sucesor el tirano Nicolás Maduro también refiere así o les dice la derecha.

Así podemos ir con cada uno de ellos y veremos los adjetivos y apelativos para denostar a los que no están con ello. Recordemos la vieja premisa autoritaria de izquierda de; están conmigo o en mi contra. Así podemos ver que en México no somos la excepción.

Y es que el presidente de México no ha sido la excepción, lamentablemente. Desde que era un activista social hacía referencia a “la mafia del poder” o “los prianistas” o “al innombrable”.

Salvo el caso del innombrable y los prianistas, cualquier persona ajena a su partido y bando, nunca especificó quienes conformaban esa mafia de poder. Nunca detalló nombres. Así denunció a su actual Jefe de Gabinete, Alfonso Romo, como parte de esa mafia que estaba en el FOBAPROA.

En el 2004, ante una marcha legítima de la ciudadanía para reclamarle la seguridad que se requería en la Ciudad de México, de la cual era Jefe de Gobierno, tuvo que descalificarlos al llamarles “pirrurris con sus pañuelitos blancos”.

Hoy como primer mandatario y, ante la carencia de ideas, no cambia su discurso de porro golpeador que le ha acompañado por décadas. Prensa fifí, machuchones del poder, fifís, científicos pirrurris y corruptos, tecnócratas, la derecha, etc.

Tal vez como eterno candidato que fue, no había problema, había polarización y división, pero hoy en día se agudiza más esta situación profundizando cada vez más el gran deterioro social que existe ya.

Recientemente acusó de que se “magnificara el sargazo para golpear a su gobierno” como si él no lo hubiera hecho como activista, ahí está el caso de la CFE y el impago de los tabasqueños.

Eso sin contar que el jefe del ejecutivo solo está dando “pan y circo” a la población en general y a los ciudadanos que depositaron su confianza en él, pero no soluciona los problemas estructurales que aquejan al país y su ciudadanía.

Es por ello que el presidente debe de asumir su responsabilidad como gobierno y atender a las necesidades y demandas de la población, fue la protesta que hizo cuando asumió el poder.