Tomás Pichardo.- En medio de la crisis por el coronavirus, Ricardo Anaya Cortés reapareció públicamente para fijar su postura ante esta situación. Con la elocuencia acostumbrada afirmó que estos no son tiempos de política, sino de solidaridad, señaló que no son tiempos para dividir, ni de pleitos entre políticos, ni de pelear con el presidente, pero sí de exigir seriedad para escuchar recomendaciones científicas.

Señaló que esta situación de salud llevará a una crisis económica para millones de empresas y pequeños negocios en todo el mundo, que cerraron total o parcialmente y que además están despidiendo a personas que no tendrán ingresos, aunado a la reducción de remesas del extranjero, en el caso de México.

Destacó que es necesario generar programas para ayudar a la gente que quedará desamparada y ofrecer mecanismos específicos para que puedan satisfacer sus necesidades básicas mientras dure esto.

Leyendo entre líneas.

Anaya aplicó el refrán popular que afirma que “lo cortés no quita lo valiente” en su videomensaje. Leyendo entre líneas este posicionamiento salta a la vista la crítica a la actitud sostenida por el presidente López Obrador, quien hasta hace poco siguió con su narrativa de polarización del ámbito político y con sus posicionamientos de poca seriedad ante la pandemia que ya ha ido creciendo en nuestro país. Desde mi punto de vista esto fue un mensaje directo a AMLO.

La crítica en el tema económico asomó cuando mencionó la reducción de remesas del extranjero, que han sido una de las pocas fortalezas que ha tenido el gobierno de la cuarta transformación.

Las reacciones ante esta reaparición han sido variadas. Lo cierto que la misma suma a las voces que desde la oposición ya suenan fuerte, como es la de Marko Cortés quien permanentemente fija la posición de Acción Nacional en los temas de interés nacional, como el del coronavirus y la de los gobernadores del PAN, que a sus dichos suman sus acciones para atajar los efectos de la situación que padecemos hoy en día.