ABRIL… Por Esther Quintana

Estamos a la vuelta de la esquina de que inicie el cuarto mes del año, abril. Y en abril, han ocurrido sucesos que hoy deseo compartir con usted, que tan generosamente me lee. han dejado su impronta y vale la pena reflexionar sobre algunos de ellos, tanto del ámbito nacional como del internacional. Quizá, todavía no lo sé, porque al iniciar el presente texto, me quiero dar la oportunidad de ir decidiendo cuáles serán parte del mismo.
Voy a enumerar, y luego ya iré enfatizando. El 7 de abril estaremos celebrando el Día Mundial de la Salud. Esta fecha fue establecida por la Organización Mundial de la Salud en 1948, ¿por qué? Para concientizar sobre la relevancia que tiene promover el acceso a los servicios médicos a todas las personas, al margen de su condición social o económica. Cada año se escoge un tema relacionado con la salud global. Desconozco cuál vaya a ser el de este 2025.
El 22 de abril se festina el Día de la Tierra, se nos invita a los humanos a reflexionar sobre la relevancia que tiene el cuidar el único sitio con el que cuenta nuestra especie para VIVIR. Y vaya que necesitamos cobrar responsabilidad en esto. Fenómenos como la contaminación ambiental ya nos están cobrando el atrevimiento. El deshielo de los polos, la extinción de especies… ¿no nos dicen nada? Ya es hora de que nos hagamos cargo. O atendemos o “hasta nunca”.
El 23 de abril también es otra fecha significativa. A nivel mundial se celebra el Día del Libro. No es producto del azar, un 23 de abril de 1616, fallecieron dos hombres geniales, dos personas con un don extraordinario: Don Miguel de Cervantes y Saavedra, español, de Alcalá de Henares, de cuya pluma brotó el Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha. El otro, de Stratford-upon-Avon, Inglaterra, el dramaturgo y poeta William Shakespeare. Cabe destacar que él nace un 23 de abril de 1564 y muere un 23 de abril de 1616. Hamlet, Otelo, Romeo y Julieta, entre otras insignes creaciones. Ambos siguen vivos en la literatura universal, eso es trascender. Y por ello hay que conmemorarlos.
Los mexicanos tenemos que arraigar el hábito por la lectura, nos conviene, lo necesitamos. Padres y maestros deben de hacer una alianza para que niños y jóvenes enriquezcan su entendimiento, los unos, desde casa, y los otros en las aulas. El castellano es nuestra lengua, rica, vasta, preciosa, y cada día lo empequeñecen, lo arruinan, lo desmerecen, por decir lo menos, quienes lo utilizan sin respeto alguno. Es hora de recapitular. Promovamos la lectura y la escritura, ambas son parte de nuestro patrimonio cultural.
El 29 de abril, en 1982, la UNESCO proclamó el Día Internacional de la Danza. Una de las expresiones más antiguas y universales en las que se vuelca el movimiento armonioso, apasionante, del cuerpo humano. Las piernas, los brazos, las manos, el cuello, el torso, se conjugan para decir en el baile lo que se siente por dentro, emociones, devociones, intensidades. ¡Que VIVA LA DANZA!
Un 15 de abril de 1452, en Anchiano, Italia, nació un personaje memorable, el pintor renacentista, Leonardo da Vinci. Pero también fue anatomista, arquitecto, paleontólogo, botánico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista. Hay que leer sobre los hechos del autor de la Gioconda, más conocida como la Mona Lisa, de la Dama de Armiño, de La Última Cena, uy…y de su Autorretrato. Era un genio, un visionario científico.
El 2 de abril, se celebra el Día Mundial de la Concienciación del Autismo, una jornada que se destina a promover la comprensión y la inclusión de quienes tienen este trastorno del desarrollo. Es muy importante sensibilizarnos a través de campañas educativas y actividades de esta realidad.
No quiero dejar de lado el otro 2 de abril, el de 1867. Es la fecha en que tuvo lugar una batalla entre el ejército mexicano de la República, comandado por el General Porfirio Díaz, y las tropas del Segundo Imperio Mexicano, lideradas por el General francés François Achille Bazaine, en el que participaban, lo subrayo, soldados conservadores mexicanos y galos. Esta batalla marcó la caída de la monarquía de Maximiliano de Habsburgo. Con la toma de Puebla, uno de los últimos bastiones del ejército europeo, quedó abierta la ruta para la victoria definitiva. Los franceses perdieron su armamento y hubo 2000 prisioneros.
José de la Cruz Porfirio Díaz Mori, se convirtió en el “Héroe del 2 de abril”. Pero no es una fecha significativa en nuestro país. He estado en su tumba en Montparnasse, en París. No es un mausoleo, es bien sencilla. La primera vez que la visité se veían a través del cristal cartas en el suelo, flores secas. Lo que son las cosas. Combatió a los franceses, los venció. Y su exilio fue en Francia, ahí fallece, ahí permanecen sus restos. Déjeme le cuento, es muy probable que usted ya conozca el hecho, pero ahí va, el 20 de julio de 1911, Porfirio Díaz visitó el Palacio de los Inválidos, en París. Ahí se encuentra el sarcófago del militar y emperador francés, Napoleón Bonaparte. Fue recibido por el General Gustave Niox – con quien se enfrentó en la mencionada batalla del 2 de abril – con muestras de respeto y reconocimiento. El General Niox mencionó que Porfirio Díaz tuvo actos honorables durante la confrontación, que rindió honores a los generales y oficiales vencidos en el combate, y que eso se agradecía y no se olvidaba. Frente a la tumba de Napoleón dio un pequeño discurso en su honor, y luego le pidió a Díaz que sostuviera la espada que el Gran Corzo usó en la batalla de Austerlitz, el mexicano visiblemente conmovido, como se describe en la nota publicada al respecto en el periódico Le Nouveau Monde, expresó: “no soy digno de tener esta espada en mis manos”, y Niox replicó: “desde la muerte del emperador no ha estado en mejores manos”. Ahí lo dejo. Y por favor disculpen el desorden de las fechas, pero todas son de ABRIL.