Ciudad de México, a 5 de marzo de 2019.- A casi 100 días de gobierno, resulta evidente el rotundo fracaso de su estrategia contra la violencia, que consiste en decretar el fin de la guerra al narcotráfico y en recurrir a las madrecitas para evitar que sus hijos delincan.

Así lo afirmó el vocero de Acción Nacional, Fernando Herrera Ávila, quien destacó que el gobierno está cumpliendo fielmente su promesa de tirar a la basura la estrategia de los operativos para detener capos, decisión que constituye una amnistía de hecho, aunque no sea formal.

Seguramente el Presidente tiene otras cifras, agregó, pero las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública indican que enero fue el mes más violento de los últimos cuatro años al registrar dos mil 853 homicidios dolosos y 75 feminicidios.

Herrera Ávila destacó que estas cifras se corroboran con la percepción de los ciudadanos registrada en la más reciente encuesta de Consulta Mitofsky, en donde el 58 por ciento de la población dijo que la inseguridad está peor que el año pasado y solo 36 por ciento indicó que la seguridad está mejor.

Sin embargo, dijo, el presidente López Obrador no ha engañado a nadie pues desde diciembre del 2017 -en Quechultenango, Guerrero, señalado como territorio de Los Ardillos- lanzó la idea de ofrecer amnistía a los líderes de los cárteles con tal de que se termine la violencia y se garantice la paz.

No sabíamos el resultado, agregó, hasta que el pasado 29 de enero, el Jefe del Ejecutivo informó en su acostumbrada conferencia de prensa que “no se han detenido a capos porque no es esa nuestra estrategia. Ya no es la intención armar operativos contra capos”.

Otro eje de la estrategia gubernamental, anunciado el 7 de diciembre, consiste en pedir a las madrecitas que ayuden a que sus hijos no delincan, también ha fracasado, si se toma en cuenta que la ola de violencia está incontenible, añadió.

El resultado concreto, concluyó, es que la violencia, los homicidios dolosos, la extorsión siguen al alza porque el gobierno es incapaz de cubrir con el primer requisito que le da legitimidad, garantizar la seguridad de sus gobernados.