APRENDAMOS A ESCOGER. Por Alejandro Díaz
La elección del primer domingo de junio de 2024 decidirá entre continuar el actual régimen que quiere ser unipersonal o retornar al equilibrio de Poderes. No se trata de recuperar posiciones o canonjías para nadie, y menos de volver a prácticas corruptas. Se busca retomar el camino perdido del desarrollo y del crecimiento social, económico y cultural que desde 2018 se abandonó.
Estamos obligados a recuperar el orgullo de hacer bien lo que se realiza, de volver a apoyar a madres trabajadoras con escuelas de tiempo completo y guarderías infantiles, de reanudar el seguro popular y la compra de medicinas y equipos médicos, de darle importancia a la prevención y al mantenimiento de equipos e instalaciones, de continuar los apoyos al campo y a pequeños empresarios. La lista puede alargarse citando las muchas omisiones -crimínales muchas de ellas- realizadas por este gobierno que privilegió la lealtad sobre la capacidad de hacer el bien.
La reciente tragedia en Acapulco y sus alrededores mostró la maldad e incapacidad de este régimen. No sólo no avisó a la población de la llegada del huracán sino menospreció su capacidad destructiva. Tampoco envió de inmediato toda la ayuda posible, impidiendo incluso que llegara la enviada por ONG’s civiles. El Cambio Climático es cada día más evidente con sequías y huracanes más destructivos, demandando mejor anticipación.
El gobierno federal dilapidó el FONDEN, y no supo ni prever el huracán ni atender sus consecuencias. Su incapacidad agrava el sufrimiento de las víctimas con su respuesta criminal. Decretó como zona de desastre a 43 municipios para luego limitarlos a dos… decreto que a los pocos días fue anulado como si ya se hubiera recuperado la vida normal sin tomar en cuenta que la Cruz Roja sigue pidiendo ayuda para Acapulco. Anunció con bombo y platillos que la CFE ya había repuesto todas las líneas caídas cuando aún ésta no comenzaba a atender la zona popular. Todo lo que publicitó fue para alimentar a su público, no para aliviar el sufrir de los damnificados.
Para desgracia del país, tampoco supo tomar medidas frente a la falta de lluvias que provocará falta de agua potable y para riego en toda la República. No todas las entidades han sido responsables en el manejo del preciado líquido, al menos fallaron Jalisco y la Ciudad de México. Sin tomar en cuenta la magra cantidad de precipitaciones siguieron extrayendo agua de sus respectivas fuentes sin pensar en consecuencias ni en el futuro.
En el primer caso la han extraído de más del lago de Chapala, permitiendo que el lago descienda dos metros de su nivel sin pensar en el futuro. Es más grave el caso de la Ciudad de México pues han tomado tanta agua del Sistema Cutzamala que la principal presa del sistema, la de Valle de Bravo, está más de tres metros abajo de su nivel usual. Pensaron en solucionar el problema del momento frente a la población sin pensar en acciones para ahorrar agua y en el futuro quien vaya a estar a cargo tendrá que apretar mucho más. ¿Van a seguir extrayendo agua hasta que ya no haya más?
La falta de juicio de quien tomó la decisión de usar más agua que la que llovió le impide ocupar puestos superiores. El gobernador de Jalisco ya no aspira a más, pero quien fuera Jefe de Gobierno hoy pretende llegar a la Presidencia de México. ¿Tiene derecho a pedir el voto por su persona con tan poco juicio para decidir sobre el uso del agua? Va a resultar peor que el actual okupa de Palacio