Baboseando…
Escuchando en días pasados a Leonardo Curzio, me enteré de un problema que se presenta con el uso del 911, el teléfono de emergencias. Resulta que durante el primer semestre del 2017, de 61 millones 639 mil 418 llamadas de alerta recibidas por este servicio, 54 millones 859 mil 082 fueron falsas.
El conductor de Enfoque Noticias calificó a este fenómeno de “imbecilidades”, en otras palabras, hubo un montón de imbéciles que mal usaron este recurso de auxilio público para hacer “bromas” de muy mal gusto, movilizando de esta manera servicios de auxilio inútilmente.
Generalmente a todos nos da por señalar, casi permanentemente, a la clase política por la gran cantidad de pifias que cometen desde los puestos de poder y dejamos de lado la también gran cantidad que como conjunto cometemos desde la trinchera de la ciudadanía, es más, cuando comparamos a políticos con ciudadanos, casi subimos a los altares de la pureza a esta parte de la sociedad.
Sin embargo, muchas veces las noticias muestran la cara sucia de algunos ciudadanos, mostrándonos que el estar de este lado de la moneda, no nos da certificado de pureza. Y no es extraño, porque a fin de cuentas políticos y ciudadanos compartimos la misma naturaleza humana, con todas sus limitaciones y todas sus posibilidades.
Casos como el del 911, en donde un montón de gente se la pasa “baboseando”, sirven para que nos bajemos del tabique y en lugar de mirar permanentemente la paja en el ojo ajeno cuidemos de no tener una viga en el propio, tal como le sucede a este “monero” que hoy comparte con ustedes este cartón y su nota.