Banco de Leche Materna del Estado genera 596 donadoras para beneficio de 917 niños receptores de leche
Guanajuato, Guanajuato, 2 de mayo de 2022.- La leche materna es indiscutiblemente el mejor alimento para los recién nacidos, por ello el Banco de Leche Materna del Estado desde su apertura hace 3 años ha beneficiado a 917 niños receptores de donaciones de leche materna provenientes de 596 donadoras
La OMS recomienda que “cuando no se disponga de leche de la propia madre, la leche pasteurizada de las madres donantes es la mejor opción para alimentar a un niño, sobre todo si se trata de niños enfermos o de alto riesgo”.
La Secretaría de Salud informa que los bancos de leche materna son centros especializados, responsables de la promoción y apoyo a la lactancia materna, y del a recolección y procesamiento, control de calidad y estándares de bioseguridad para garantizar el suministro de leche materna donada a cualquier niño que lo requiera bajo criterio médico.
Se tienen datos de la existencia desde el año 1900 en Viena, posteriormente con la necesidad de alimentar a los niños en situación vulnerable se expandieron en el resto del mundo, siendo la red iberoamericana la más grande con más de 500 bancos de leche distribuidos en 22 países de dicha red de la cual México es parte desde el 2012 con 30 bancos de leche materna funcionando.
En el estado de Guanajuato el Banco de Leche Materna estatal abrió sus puertas en el año 2019 lo cual ha beneficiado hasta la fecha a 917 niños receptores de donaciones de leche humana provenientes de 596 donadoras con 2, millones 78 mil 500 mililitros de leche.
Además es el único banco de leche en el país que cuenta con una certificación ISO 9001-2015 que garantiza la calidad y seguridad de nuestros procesos.
El Banco de Leche Materna estatal trabaja con una red de lactarios y centros recolectaros en los distintos municipios con la finalidad de poder beneficiar a los más vulnerables.
Para poder donar leche materna sólo se necesita ser una madre sana con un hijo de 2 años de vida o menos, tener excedentes de leche después de haber alimentado a su propio hijo y tener la voluntad de donar.