A las mujeres no se les ha regalado ni otorgado nada, sino que se les ha reconocido un derecho: Ricardo Anaya Cortés.

El Partido Acción Nacional celebró el reconocimiento del derecho de las mujeres al voto con la inauguración del Centro de Estudios sobre la Mujer “Blanca Magrassi Scagno”, y con la presentación del libro biográfico de María Elena Álvarez Bernal, a quien el Presidente Nacional definió como “un ejemplo vivo de Acción Nacional”, del que los panistas se sienten profundamente orgullosos.

Igualmente, y recordando los triunfos del pasado 5 de junio, entre los que se cuenta haber duplicado el número de Presidentas Municipales emanadas del Partido Acción Nacional, Ricardo Anaya rindió un homenaje a Elenita Álvarez de Vicencio, quien a sus 86 años de edad acaba de graduarse de una nueva especialidad en Derecho Constitucional, además de su doctorado en Ciencias Políticas.

Durante el evento, organizado por la Secretaría de Promoción Política de la Mujer, encabezada por la Senadora Marcela Torres Peimbert, el Presidente del PAN dio a conocer un par de documentos históricos, en los que consta el rechazo de los gobiernos federales para reconocer a las mujeres su derecho al voto. Uno de ellos es un memorándum que se encuentra en los archivos de la Cámara de Diputados, sobre la iniciativa que se presentó en el Congreso en 1937 y que, según explicó Anaya, no entró en vigor porque se dijo que no había sido aprobada por las legislaturas de los estados, cuando en el memorándum costa que sí la aprobaron.

Explicó que para las reformas constitucionales, desde entonces, se requiere el voto de la Cámara de Diputados y del Senado, así como de, por lo menos, 17 legislaturas locales. “Los votos como tal no estaban, alguien los sustrajo, pero encontramos un memorándum que decía ‘esta reforma ha sido aprobada por 19 legislaturas’. Es decir, que en 1937 extrajeron los votos y hubo un veto de bolsillo, jamás se publicó la reforma, pero sí estaba aprobada. Deberíamos estar celebrando, por lo menos, 79 años del voto de la mujer. Hasta en eso hacían fraude los priistas”, detalló.

Y el pensamiento de algunos de los hombres de la época quedó plasmado también en algunas cartas, de las cuales Anaya leyó algunos fragmentos: “no podrá votar ni ser votada la mujer que no haya tenido, cuando menos, dos hijos, o comprobar por los medios legales que es estéril”. En otra carta, firmada por la Confederación Nacional de Veteranos de la Revolución, casi con el logotipo del PRI, se dice: “esta confederación de veteranos de la Revolución no está de acuerdo en que se conceda el voto al elemento femenino, oficialmente, por considerar que la mujer mexicana en su mayoría es fanático-católica e impreparada, y al concederle el voto vendría a ser instrumento ciego y ventajoso en manos del clero”.

A esto, dijo Ricardo Anaya, se enfrentó doña Elenita Álvarez, cuya lucha por los derechos de las mujeres ha sido ampliamente reconocida y la convierte en un referente obligado en la materia.

El libro “Ambición de Igualdad”, editado por la Fundación Rafael Preciado Hernández, fue escrito por Silvia González Delgado. Durante la presentación, además de la autora y la diputada federal Cecilia Romero, impulsora de ese proyecto editorial, estuvieron presentes miembros del Comité Ejecutivo Nacional del PAN y mujeres panistas de toda la República Mexicana.