¿Cómo le va?… México, México, ra, ra, ra…
Esther Quintana.- No estamos para echar las campanas a vuelo. Hemos arrancado el 2022 con una ola que no llega a su pico, con un alza de precios y servicios que para millones de personas en México le significan un desasosiego difícil de asimilar. La información que tenemos nos enlista una realidad que apachurra el corazón, como decía mi tía Tinita.
México no había vivido un aumento de precios tan alto desde hacía 20 años. La economía del país cerró en 2021 con una tasa de inflación anual en 7.36%, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) tuvo un incremento de 0.36%, respecto al mes anterior (noviembre 2021). El último dato más alto fue en el año 2000, cuando la tasa se ubicó en 8.96%. Hasta ahora, 31 países son los que ya han reportado la variación anual de los precios generales de todo el año, entre ellos México, que presenta la séptima inflación más alta con un registro de 7.4 por ciento. Esto en palabras llanas significa que el precio de los alimentos de la canasta básica son los que más han golpeado el bolsillo de los mexicanos. Según el Inegi, los productos que tuvieron mayor incidencia en la inflación de diciembre fueron la carne de res, el limón, la gasolina de bajo octanaje, el pollo y el plátano, todos ellos productos de la canasta básica.
Carlos Serrano, economista jefe del BBVA, detalló que para el 2021 pasaron su pronóstico de 6.0% a 5.3%, mientras que para el 2022 de 3.2% a 2.2%, esto, dado el panorama retador por los contagios de COVID-19, alta inflación y mayores tasas de interés.
El experto destacó que la economía del país experimentó un estancamiento en el proceso de recuperación a partir del tercer trimestre del año pasado, lo cual ha sido confirmado por el Inegi. Subrayó que: “Estamos viendo cómo claramente en México la dinámica de recuperación perdió fuerza en el tercer trimestre del año y muy factiblemente esto va a continuar”.
Asimismo, precisó que lo que está detrás de la pérdida del dinamismo de la economía, es que luego de los dos primeros trimestres del 2021 en los que hubo una recuperación por la reapertura económica, en el tercer cuarto de ese año ya hubo tasas negativas como consecuencia de la propia pandemia que generó menor movilidad.
Pero, PERO que también influyeron, los cuellos de botella que han afectado a la producción manufacturera y las exportaciones, además de los bajos niveles de inversión. “Y que si bien se ha venido dando una recuperación, es incompleta. No se recuperan los niveles pre pandemia, y además se suma que ya caía en el país antes de la crisis, y puede explicarse por la incertidumbre de algunas medidas de política económica que han generado incertidumbre”.
Todos los dislates cometidos por López Obrador, que de administrador y de gobernante NO TIENE NADA, están generando que nuestro país vaya borrándose del mapa de inversionistas nacionales y extranjeros. No está ofreciéndose certeza jurídica. La reforma eléctrica, de aprobarse, va a ser el tiro de gracia. Y si a eso le suma los “proyectos” obsesivos de López, como la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya, cuyos costos iniciales se han disparado, pues estamos aviados para la debacle.
Tenemos también DESEMPLEO… ¿agravado por el COVID? Sí, sí, sí… En otras latitudes los gobiernos respondieron de manera eficiente y eficaz a la crisis ajustando y reforzando los servicios públicos de empleo (SPE) y las políticas activas de empleo (PAE). México fue el único país sin un esquema universal de retención del empleo, por lo que con el desempleo sufrió una de las caídas en el ingreso de los hogares, más altas.
El efecto es particularmente dramático entre los jóvenes mexicanos, probablemente se deba a que los trabajadores jóvenes tienen contratos menos estables y en sectores más afectados por la crisis del COVID-19. Como dato adicional, el Inegi dice que en cuanto a edades, tres de cada cuatro desocupados en México tienen entre 15 y 44 años de edad (1.9 millones de personas). Ah…y a menos empleo MÁS INSEGURIDAD… Y va al alza también, la anarquía va ganando terreno. “Abrazos y no balazos”…Váyase a su rancho señor López Obrador, por favor, hágale ese servicio a su país, será invaluable.
Esta es la realidad, cada día aumenta el número de familias que se las están viendo moradas para “sobrevivir”... porque vivir ya es demasiado…