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Cómo se comportaron las redes el 4 de junio

Por Juan Pablo Adame.- El pasado 4 de junio vivimos al PRI de siempre, pero desesperado como nunca: compra de votos, movilización con transporte oficial, robo de urnas, manipulación de los paquetes electorales y, lo más grave, cooptación de los institutos locales para favorecer a sus candidatos y perpetrar desde ahí el fraude en Coahuila y Estado de México.

Frente a esa operación de los años 80, el PAN contó con miles de militantes y ciudadanos que defendieron los votos, cuidaron los paquetes y ganaron sus casillas. La afrenta no es menor: el poder del Estado contra el de ciudadanos libres, la maquinaria priista contra la voluntad de cambio de ciudadanos cansados.

Frente a ese escenario hubo muchos que no salieron a votar. Si cada elección vemos que los niveles de participación no son los deseados, tenemos que preguntarnos qué está pasando. En el comportamiento de las redes podemos encontrar una de las tantas respuestas posibles.

En artículos anteriores comenté que el enemigo favorito de internet es Enrique Peña Nieto, no hay personaje más rechazado que él, pues si en las encuestas marca un 12 por ciento de aprobación, en internet es de 5. El partido más vapuleado en la web es el PRI, ya que de cada 10 ataques a los partidos políticos ellos se llevan 7. Las redes sociales son enemigas del PRI-Gobierno.

Les comparto el análisis cualitativo y cuantitativo de redes sociales sobre las cuatro campañas que vivimos el domingo 4 de junio:

En este proceso electoral ganamos la palabra “cambio” en tres de cuatro campañas, sólo en el Estado de México nos ganó esa bandera Delfina.

El perfil de usuario que seguía a nuestros candidatos es muy similar en los cuatro estados, les expongo algunos generales: comparte contenido familiar, tiene formación universitaria, sigue a Aristegui Noticias, comparte contenido religioso, sigue a algún presidenciable panista.

Los hashtags más utilizados por usuarios no panistas en las cuatro campañas fueron los que hablaban contra del PRI, les dejo algunos ejemplos: #SacaalPRI, #Carcelalosmoreira, #FueraElPRI.

Las palabras más usadas en cuanto se mencionaba al PRI fueron: “desvío de recursos”, “corrupción” y “fraude electoral”.

La plataforma más utilizada en estas campañas fue Facebook, seguido de YouTube y en tercer lugar Twitter.

Una conclusión adelantada es que los mexicanos en las redes sociales usamos esos espacios para quejarnos del gobierno y para tundir a Peña Nieto, pero no usamos esa misma energía en ir a votar y convencer a otros que lo hagan. El sentimiento anti-PRI existe y es palpable, pero si no pasamos eso a una acción conjunta seguirán haciendo elecciones de Estado como en Coahuila y el Estado de México. No basta el tuit o la mención en Facebook en contra, debemos pasar a la vigilancia y denuncia permanente de la corrupción priista, para lograr después el voto organizado en contra del PRI. Al mismo tiempo, los panistas debemos contar muy bien nuestras verdades: somos la mejor opción de gobierno, somos el cambio responsable, ganamos tres de cuatro elecciones en este año y estamos listos para ganar en 2018.

Tenemos muchos retos para el 2018, uno de ellos es lograr que los usuarios de internet canalicen la indignación en las redes a la acción del voto por el PAN. Es en los municipios donde debemos empezar este trabajo de convencimiento, debemos salir de los comités e incidir en las universidades y centros de trabajo. Una cosa buena nos dejó el PRI con el cochinero del 4 de junio de 2017, los millenials ya conocieron por las redes sociales todas las prácticas priistas de los años 80. Esos millenials hoy discuten por quién votarán en 2018, buscan una opción que saque al PRI y les genere confianza, vaya reto. ¿Seremos nosotros esa alternativa que saque a los jóvenes de la indignación de las redes y los llevemos a votar por el PAN en 2018? Depende de nosotros. Depende del PAN.

Publicado en Revista La Nación