CÓMPLICES Y ENEMIGOS
Por René Mondragón.-
CON EL PERDÓN DEL AUTOR
De verdad, el escribano se disculpa con el autor de la frase que este servidor parafrasea. En términos reales, el olvido fue total. Se ofrecen disculpas.
Pero, en buen romance, el pirateo de la expresión quedaría como sigue: “Cuando alguien descubre un error y no se lo señala al líder, se vuelve cómplice. Pero, cuando alguien percibe el error y se lo guarda, entonces es un enemigo declarado del líder”
La razón es visible: Quien descubre el error, lo guarda, lo esconde o, incluso, contribuye a taparlo para que nadie más lo descubra, queda evidente entonces que, se trata de un enemigo declarado de quien dirige a los demás y, en consecuencia, abona a la debacle del líder y del proyecto que éste encabeza.
ODIO Y DESAMOR EN LA 4T
Es de dominio público que, en el grupo –el escribano se resiste a llamarle “movimiento” porque no hay una meta común, sino un conjunto de intereses individuales agrupados en tribus- y menos aún catalogarlo como “partido”, porque carece de estructura y de cuadros. Lo que se descubre es que son muchas y variadas las demostraciones de odio y desamor que campean en Morena. Pregúntese a Mario Delgado y la orquesta sinfónica de silbatinas que se ha llevado en muchas ocasiones, lo mismo que a Ricardo Monreal que se empeña en abrirse paso entre las corcholatas.
No se requieren grandes dotes de analista para apreciar el consomé de grillos que acompaña a la agrupación de la que es propietario el presidente.
LO RELEVANTE
Es verdad que, al interior de los morenos, eficazmente, pueden despedazarse y con más fuerza, provocarse daños irreversibles con visos de exterminio. Pero, si se cumple la divisa que se señaló líneas arriba, el tema se vuelve más inquietante.
Varias preguntas:
Para empezar por lo más reciente: Dentro de todo el grupo de floreros en el gabinete, ¿a quién se le habrá ocurrido recomendar el video de Chico Che como respuesta diplomática ante las advertencias de los paneles de controversia por violaciones de México al TMEC?
Es relevante, destaca el escribano, porque si alguien previó las nefastas consecuencias para nuestro país, en términos de pitorriza internacional y estupidez comercial con el socio más importante, y no levantó la voz de alerta… Entonces es cómplice de la misma estupidez. No obstante, si alguien pudo previsualizar las dificultades que esto conlleva y lo dejó pasar, entonces es un enemigo jurado del presidente López Obrador. El asunto es grave.
Quien estuvo azuzando al tabasqueño para boicotear la Cumbre de las Américas… es cómplice de la misma conjura, ¿o es alguien más que está cavando un hoyo más grande para que el mandatario caiga hasta el fondo?
Quien diseñó y validó una agenda prosopopéyica, vociferantativa y hablantosa que hizo bostezar a Biden, ¿es cómplice del ridículo por las descortesías y el maltrato recibidos, o se trata de un serio enemigo del presidente mexicano ubicado en su círculo más cercano?
La del estribo. ¿A qué consejero presidencial se le ocurrió la peregrina idea de decretar que el tren Maya es un tema de seguridad nacional? Será cómplice de la debacle anunciada para el inquilino de Palacio, o será otro más de los enemigos del presidente?